No podría contar con exactitud por cuánto tiempo he hecho esto, yo diría que en realidad lo he realizado durante toda mi vida, si a esto se le puede considerar vida. En una época que me es difícil recordar, se me encomendó una importante tarea: permitir la entrada a nuestro mundo a todos los seres que alguna vez vivieron en la Tierra.
Me encargo de revisar todos sus antecedentes y su nivel de bondad. Dicho nivel no se basa en la devoción que prestaron a su religión, sino en todas las acciones dirigidas hacia el entorno que los rodeó. Esto a menudo ocasiona que las personas se quejen, pues ellos afirman nunca haber faltado al respeto al señor, y ser completamente fieles; pero en realidad, es difícil encontrar acciones buenas entre sus antecedentes.
La manera en que este proceso funciona es bastante simple. La persona llega al mostrador, donde estoy yo. Ya que se me concedió el don para realizar este trabajo, un resumen de su vida aparece frente a mí. Poseo además una vista super desarrollada que me permite identificar de manera inmediata todos sus aspectos buenos y sus aspectos malos. A continuación realizo una ponderación entre ambos aspectos, y si su nivel de bondad alcanza el mínimo necesario, entonces le es permitida la entrada. No es posible encontrar a una persona que cumpla con un cien por ciento de bondad, nadie es perfecto. Es por eso que se tiene un mínimo necesario.
Este es mi trabajo, y lo he realizado durante lo que parecen ser años, sin descanso. Hasta ahora todo parecía ir bien hasta que comencé a cuestionarme... ¿por qué no recuerdo cómo es que llegué aquí?
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Crónicas de un Ángel
Short StoryEl trabajo de un ángel nunca fue sencillo, pero incluso ahora, comienza a cuestionarse por qué lo hace, y por qué nunca parece terminar.
