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La arena seca se pegaba a sus pantorrillas.

Caída.

Esa larga aleta colgando de sus hombros y envuelta en su cintura abriéndose por momentos.

De nuevo pierde el equilibrio ¡que frustración! Llevaba un buen rato intentando caminar con normalidad pero esas inútiles cosas sólo le servían para dar cuatro pasos y estamparse en la arena. Suerte para él que en su lapso de aprendizaje le había estampado contra la cara esa cosa enorme.

¿Es que el príncipe no llevaba consigo un plan para sobrevivir? ¿Qué creía? Llegar a la superficie, ir y caminar desnudo como sí nada hasta la princesa y ya ¿tan fácil? ¡No! El muy poco informado se atrevió a llegar, desmayarse y hacer un cómico intento de caminar por la playa sin rumbo, sin mencionar a esos compinches que lo seguían desde el agua.

Chanyeol se estaba estresando de sólo verlo en esa perla. Que príncipe tan malagradecido, pidió un deseo y no planeo cómo usarlo, es una vergüenza a sus magnificas habilidades mágicas.

Pasó su mano entre su blanquecino cabello para peinarlo hacía atrás. Quizá lo mejor sería dejar de ver su triste y mundano avance. Tenía mejores cosas que hacer como curar las quemaduras en sus tentáculos causadas por la potencia en la magia usada.

Finalizó la magia vigilante de la perla, dio la orden de las anguilas para alejarse de ahí y él mismo se retiro a su próxima tarea.


🌊🐡🌊


¿Qué le había enseñado su familia? No rendirse, así es.

Paciencia, Baekhyun. Paciencia

¿¡Pero por qué era tan difícil!? Aprender a nadar y usar su aleta fue cuestión de segundos ¿Cuánto tardaba un humano en usar las piernas?

Intentó apoyarse de una roca inclinada y enterrada en la arena, un temblor recorriendo de su cintura hacía los pies y flexionarlas lo hace sentir débil. Logró mantenerse de pie con la espalda encorvada mirando sus rodillas y cuando sintió el temblor cesar, alzo la vista hasta la orilla para ver con victoria a Soo y Kai en el agua que salpican de emoción. Para ese momento su cabello ya estaba más seco y con arena que lo mantiene despeinado y con la vista despejada; a veces se volvía una maraña de pelo sobre sus ojos llegando a incomodarlo.

El triunfo no duró tanto como quisiera, a penas hizo el amague de despegar la mano de la superficie que le servía de apoyo, volvió a tambalearse y cayó sentado a un costado.

Gritó furiosamente, puesto que era el único sonido que podía producir por la exhalación de sus pulmones, agitando las manos y golpeando la arena con los puños. ¡Era el colmo!

Un grito lo hizo mirar el frente, sus manos empuñando montones de arena que se desliza de entre sus dedos rápidamente por la gravedad. Un extraño sentimiento de peligro lo invade y se disipa por el singular sonido tan familiar como desconocido.

Una montaña pequeña de mucho pelo se vislumbro a lo lejos deteniendo sus pasos mientras hacía un movimiento gracioso con la nariz negra; su cabeza girando en todas direcciones buscando algo, tan tierno que el ahora humano soltó una exhalación semejante a lo que pudo ser una risa.

Esa montaña de pelo debía tener oído de delfín, puesto que en cuestión de segundos emprendió una carrera en su dirección.

El extraño pánico de peligro volvió y borró la gracia en su rostro, sus músculos tensándose por la impotente sensación de no poder escapar de su próximo atacante que estaba seguro ya lo había visto.

Under The Sea / ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora