Crudas Verdades

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El aroma a flores con cerezas se mezclaba con el de canela y lima, en ocasiones el tiempo parecía pasar rápido, pero para él fueron días que sentía eternos al no tenerla cerca.

-No tienes idea lo mucho que maldecí no haberte abrazado aquella noche, haber permitido que te marcharas... parece que no estaba preparado para tu partida.

-No me gustan las despedidas, son tristes — no es mentira de verdad no le agradan.

-Creo que fue más cruel dejarme abandonado — contrarrestó.

-Lo dices como si hubiera cometido algún delito — que bien que no sabía que esa noche se infiltró en el palacio para buscar a la gobernante en un verdadero acto criminal.

Muu se acercó más hasta unir sus frentes, podría perderse durante una eternidad en su mirada, le encantaba el color de sus ojos jades.

-Sakura... — pronunció serio — Me gustas... — eliminó la distancia que los separa, sintiendo la suavidad de sus carnosos labios — de verdad me gustas — volvió a besarla, un beso que ella no dudó en corresponder.

Se separó de ella dándole espacio.

-Yo... Muu — el pelirrojo podía verlo con claridad, la duda era visible.

-No digas nada... al menos no aún — le tomó un mechón de su cabello rosado que le acomodó detrás del oído, lo acarició hasta las puntas donde lo elevó y le dio un pequeño beso — solo quería que lo supieras y que tengas en cuenta que te estaré esperando.

Una propuesta tentadora, podría decir que demasiado, la verdad en ese instante no tenía la mente clara y sus sentimientos seguía siendo confusos en muchos aspectos.

Quería decirle algo, de verdad quería darle una respuesta o al menos una esperanza, pero había tanto que hacer y el futuro seguía siendo incierto e incluso peligroso, si estaba dispuesta a enfrentar a la maldita arpía y a la organización no dudaba que llegaran a usar trucos sucios contra los que amaba y con sus hermanos por el momento tenia lo suficiente para preocuparse.

El fanalis se marchó con la promesa de volver a visitarla más adelante.

La vista que proporcionaba su ventana era simple, un paisaje a uno de los tantos jardines de la academia era reconfortante. Pasaron unas horas en las que se dejó sumir en sus propios pensamientos, evaluando los muros que volvían a levantarse frente a ella.

-Onee-san? — estaba completamente concentrada que no escuchó los tenues golpes en la puerta y solo prestó atención al escuchar esa vocecilla, al parecer sus sentidos seguían atrofiados.

-Aladdin... — le indicó que pasará, podía sentir como la presencia del pequeño alejaba las preocupaciones.

-Te desperté? — no quería incomodarla quizá debió ir en otro momento, ella inmediatamente negó lo dicho.

-Creo que ya dormí lo suficiente — le despeinó su azulino cabello como siempre acostumbraba — Me alegra que vinieras, tenia muchas ganas de verte — y él también.

-Sakura Onee-san... — el gesto serio en su infantil rostro no le iba para nada — por favor dime la verdad — tenia miedo de preguntar y más de la respuesta — de verdad estás bien?

La pregunta de Aladdin iba más haya de lo que cualquiera hubiera pensado, él que sabía la verdad de su otra vida y en general todo sobre ella, quería saber si no les escondía algo, tal vez sobre alguna consecuencia futura como que su corazón tuviera algún daño y su salud en poco tiempo se deteriorara, ni que decir sobre volver a pasar por la experiencia de morir.

-Aladdin... — Sus ojos azules se habían convertido en una de sus más grandes debilidades — No puedo mentirte — a estas alturas sabía que no podía hacerlo — fue... aterrador. Pero de ningún modo me arrepiento de haberme forzado a sobre pasar mis límites.

Magi - Princesa Shinobi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora