Parte 18

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— ¡Ethan!

Le grito pero ya se encuentra fuera de mi vista. Me volteo furiosa hacia el chico que me sostiene en sus brazos.

— ¡¿Qué rayos haces, Christian?!

— Se llama bailar – se burla y señala a nuestro alrededor – te ví haciéndolo antes, así que confío que puedas hacerlo de nuevo.

— ¡Suéltame, no quiero bailar contigo!

— Es una lástima, porque yo sí quiero.

Me sujeta más fuerte y contengo la respiración. Siento el rubor calentar mi cara cuando su mano se posa en mi cadera con las primeras notas de la canción.

Mis pies se mueven torpemente por la sorpresa, haciendo que Christian me sujete con más fuerza y guíe mis pasos.

— ¿Estás ayudando a tu hermana a conquistar a mi novio?

Pregunto molesta aún siguiendo sus movimientos. Sonríe divertido y entrecierra sus ojos antes de responder.

— Si, por supuesto. Es mi hermanita, tengo que ayudarla.

— ¿Es que tu hermana y tú no tienen respeto por las relaciones de los demás? Ethan es mi novio.

— Mía es una chica de fe, ella cree que Kavanagh es el amor de su vida.

— ¿El amor de su vida? Si así lo fuera, ¡él no estaría con otra!

Un silencio incómodo cae sobre nosotros y esquivo su mirada gris. Elena Lincoln vienen a mi mente, la mujer que parece mi opuesto, lo que nunca seré. Y Christian la ama.

– ¿A tu novia no le molesta que bailes conmigo?

– Creo que la ví platicando con tu hermano, debe seguir ocupada.

¿Mi hermano con Elena? ¿Estarán discutiendo algo sobre la empresa? ¿O Isaac está interesado en ella de alguna forma?

— En todo caso solo será este baile y luego me aseguraré que no puedas separarme de Ethan.

— ¿Crees que no puedo? – arquea la ceja retándome.

Antes de que le conteste, una pareja se sitúa a nuestro lado muy sonriente. La mujer, que no es otra que Grace Grey, nos mira con interés.

— Hijo, veo que te llevas muy bien con esta encantadora jovencita, con la que no has parado de hablar.

Grace sonríe con ternura mientras mi compañero de baile aprieta los labios hasta formar una línea y asiente. Este chico es definitivamente raro, se queda callado ante las palabras de su madre.

— Es un gran conversador, señora Grey, no he parado de reír con su CHISTES.

Ojos grises frunce el ceño y me mira serio. Si, he dicho que tus palabras me causan gracia. Ahora yo arqueo la ceja y le doy una mirada divertida.

— ¿Es eso cierto, hijo? ¿Encontraste tu lado cómico?

Carrick le da una mirada amorosa pero él solo vuelve a apretar los labios y asentir. De verdad, ¡¿qué le pasa a éste chico?!

— Creo que se acabó su cuota de gracia, señor Grey. Mejor suerte para la próxima.

Grace y Carrick ríen fuerte mientras se alejan de nosotros fuera de la pista de baile. La canción termina, así que espero a que Christian quite sus manos de mí.

— Así que soy gracioso – dice de pronto.

— ¡Vaya! ¡Si hablas! Empiezo a creer que eres de esos con mutismo selectivo. ¿Debería sentirme especial?

— Si – sonríe – me gusta molestarte.

— Creo que quieres más que solo molestarme...

Aún sosteniéndome en sus brazos se inclina levemente hacia mi, su nariz rozando con la mía. Su respiración pesada y caliente me causa un escalofrío que recorre mi espalda.

— ¡Ana! ¡Ana! – escucho a Ethan llamándome.

— Tengo que irme.

— Ana – susurra sobre mis labios – quiero decirte que...

— ¡Novia! Te he estado buscando – nos interrumpe.

— Yo estaba aquí – me separo de Christian – fuiste tú quien se alejó con Mía.

— Lo siento, pero solo fue un momento y he vuelto para bailar contigo.

— Me alegro – estira su mano hacia mí y la tomo – Señor Grey.

Le digo a modo de despedida y me alejo con Ethan hacia la mesa donde están sus padres. Nos sentamos un momento a descansar mientras sirven la cena.

Isaac y yo fuimos asignados en la misma mesa que los Kavanagh, por eso me sorprende que mi hermano no esté aún aquí. ¿Estará todavía con Elena Lincoln?

La busco con la mirada por todo el salón hasta que la veo en la mesa donde están sentados los padres de Christian. Elena habla y ellos solo la observan. Mi ex compañero de baile sentado en la silla junto a ella, con la atención fija en su bebida.

— ¿Te estás divirtiendo, Ana?

— Oh, sí señora Kavanagh.

— Hay muchos viejos por aquí, ¿eh? – dice el papá de Ethan.

— Cariño, tú sabes que estos bailes son en su mayoría para los socios y personas adultas. Creo que los únicos tan jóvenes aquí son ustedes dos – nos señala – y la hija de Grace.

— ¿Ella es amiga tuya, Ana? – pregunta de nuevo mi suegro.

— No papá – responde mi novio – es amiga de Kate.

— Qué raro, creí que se reunía con ustedes porque todos eran amigos.

— Eamon, Mía es la hermanita de Elliot y mejor amiga de Kate, por eso fue con nosotros al lago.

— Entonces... ¿Y el otro chico? Mejor olvídalo querida, no estoy entendiendo nada.

— ¡Oh mi amor! ¿Las cosas de jóvenes ya no te van? – la señora Kavanagh se acerca a besarlo.

— ¡Por Dios, mamá! ¡Estoy aquí y los veo!

Los padres de Ethan se ríen mientras los meseros se acercan para llevarse los platos y cubiertos. El maestro de ceremonias pide la atención de todos para la siguiente parte del programa.

— Ya vengo, voy al tocador de damas – susurro en el oído de Ethan.

Él asiente y me levanto para rodear las mesas por el extremo de la pista hacia los baños. Están ubicados por fuera de la gran carpa blanca, pero son demasiado lujosos para ser simples baños.

Antes de salir, retoco la pintura de mis labios y cuido que mi cabello rebelde siga en su sitio. Tomo de nuevo mi bolso, saliendo con cuidado de no perder el equilibrio por los tacones que llevo.

Apenas he dado tres pasos cuando una sombra aparece detrás de mí y me abraza por la espalda.

— No grites – susurra.

— No me asustes – le gruño.

— Quiero mostrarte algo, ven conmigo.

— ¿A donde?

Digo cuando me libera pero apoya su brazo en mi espalda para guiarme a través del césped hacia la orilla del Lago Washington. Una casita de madera muy bonita aparece con el reflejo de la luna en el lago.

Por Amor ❤️Onde as histórias ganham vida. Descobre agora