Por Amor ❤️ (Versión Fanfic)

La Niña de Papá

— ¿Christian? ¡Es hora de irnos!

— Ya vamos.

Me grita desde su estudio. Vuelvo a mirar mi reloj de pulsera contando los minutos que vamos tarde a la cena en casa de sus padres. ¿Qué rayos le toma tanto tiempo?

Camino por el pasillo hacia el estudio, dónde la puerta está entreabierta. Gail está de pie junto a la puerta, con una expresión de ternura en su rostro.

— ¿Qué pasa? — Susurro.

Me adentro en la habitación para ver a Ted sentado en la silla de Christian, rayando unas hojas con crayones. Sobre el pequeño sofá a su lado, mi esposo lee un cuento para Phoebe.

— ¿Qué hacen aquí? Deberían estar dormidos.

Ted me ignora para seguir coloreando pero Phoebe y Christian me miran con el ceño fruncido. Dios, de tal palo tal astilla.

— Tranquila, no están cansados y pensé que podríamos pasar unos minutos juntos.

Phoebe golpea con fuerza el cuento para que su papá siga leyendo. Sus pequeños y encantadores ojos grises son iguales a los de mi esposo.

— ¿Señor Grey? ¿Los llevo a su habitación?

— No Gail, yo lo haré. Ted, hora de dormir.

Mi hijo de 4 años toma sus hojas, el estuche de sus crayones y baja de la silla.

— ¡Me llevo mis planos! — Chilla con su vocecita.

— Si, mi amor — sacudo su cabello — Dale la mano a Gail.

La señora Jones le sonríe y lo lleva por el pasillo hasta la habitación de arriba. Christian deja el cuento sobre su escritorio y carga a Phoebe en sus brazos.

— La llevaré a su cuna — besa mi mejilla cuando pasa por mi lado — No tardo nena.

Besa sus mejillas mientras camina hacia las escaleras, la pequeña risa de mi bebé me hace sonreír. Ted es muy tranquilo, ama dibujar y pintar. ¿Pero Phoebe? Es una completa mini Christian.

Voy de nuevo a la sala a esperar por mi esposo, pero de nuevo se toma un par de minutos extras para dormir a nuestra hija. Dispuesta de nuevo a apresurarlo, subo las escaleras para ir a la habitación de los niños.

Y por más que desee recordarle que vamos tarde, no puedo. Ted duerme tranquilamente en su cama, Phoebe en la cuna junto a Ted, pero es mi esposo el que llama mi atención.

Está sentado en la mesedora junto a la cuna de Phoebe, abrazando su conejo de peluche rosa. Dormido.

— ¿Christian? — lo llamo, pero no reacciona.

No me atrevo a despertarlo y hacerlo salir de Escala en este momento, ha trabajado tanto que debe estar exhausto. Bajo de nuevo a la sala, donde dejé mi bolso y el móvil para llamar a mi suegra.

— ¿Grace?

— ¡Ana, cariño! ¿Vienen en camino?

— No Grace, llamo para decir que no podremos ir, Christian estuvo jugando con los niños y se quedó dormido.

— ¡Oh! ¡Mi vida! — Dice con ternura — No te preocupes Ana, entendemos. Cuídense mucho, los visitaremos después.

— Por supuesto, saludos a todos.

Cuando termino la llamada, voy a la habitación a cambiarme y a traer el pantalón de chándal de mi marido. Dudo mucho que pueda hacerlo bajar las escaleras, así que tomaremos una habitación de huéspedes.