Parte 24

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— O tu mamá piensa que eres muy distraído - me río - o demasiado tonto.

Se detiene y voltea a verme con gesto divertido. Aún camino detrás de él hacia la parte trasera de la casa, donde está el garage.

— O tal vez pensó que si quedábamos atrapados bajo los montones de cajas de mi papá, serías los suficientemente pequeña como para escabullirte por la rejilla de la ventilación.

Sonríe y sigue caminando. Como reflejo yo también sonrío divertida antes de seguirle el paso.

— Pues debió pensarlo mejor porque yo podría escapar y dejarte a tu suerte.

— No lo harías - dice antes de abrir la puerta.

— Rétame Grey, soy pequeña pero rápida.

— Escurridiza, diría yo.

Abre la puerta y tienta la pared en busca del interruptor. Cuando enciende la luz, el lugar no solo está lleno de polvo y cajas, sino que parece que no ha sido visitado en años.

— ¿Seguro que aquí está lo que buscas?

— Eso espero o mi hamburguesa se va a enfriar.

— Claro, porque disfrutas mucho la compañía de tus hermanos y de Kate y Ethan - me burlo.

— Tengo que admitir que tú eres más divertida, Steele.

— ¿Ahora nos llamamos por nuestro apellidos? ¿Como los rivales de esas películas de vaqueros?

Christian se ríe antes de acercarse a una gran pila de cajas marcadas con la palabra "Jardín" con marcador negro. Junto a ellas, otras cajas dicen "navidad" y otras más "pascua".

Una a una comienza a bajarlas para abrirse paso, creo que la hielera está cerca de las cajas que dicen "pesca" al fondo del cuarto.

— ¿Necesitas ayuda?

— Creo que puedo cargar una caja con luces.

Ruedo los ojos y me cruzo de brazos mientras Christian sigue moviendo cajas. Casi ha terminado de quitarlas, cuando la columna a su lado se tambalea.

— ¡Cuidado! - doy un paso adelante y trato de sostenerlas.

— ¿Preocupada por mi, Steele?

— Solo porque tu mamá me dió su voto de confianza - le gruño - y no quiero decepcionarla cuando encuentren tu cadáver sepultado.

— Qué graciosa - se ríe.

Toma la última caja pero al levantarla, golpea las cajas que yo intentaba sostener.

— ¡Christian! - le grito.

Todo pasa en cuestión de segundos: Christian deja caer la caja y me sujeta por los hombros mientras yo agacho mi cabeza hacia su pecho. La caja de arriba de la pila cae sobre nosotros, golpeándonos.

— ¿Estás bien?

— Si - levanto la cabeza.

Empiezo a reír a carcajadas cuando veo el cabello de Christian lleno de brillos de colores. La caja abierta en el piso tenía esferas navideñas de diamantina y brillos.

— ¿Algo divertido, campanita? - se ríe.

— Campa... Campanita - sigo riendo - ¡Tú eres el Grinch que odia la navidad!

— No lo soy - frunce el ceño.

— ¡Si lo eres! - sacudo su cabello cobrizo - ¡Anda! ¡Di que odias la navidad!

Por Amor ❤️ (Versión Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora