More than Love

20. Gender Reveal Party

¡Alerta roja! ¡Emergencia! ¡Llamen al novecientos once!

Yo creí que esta etapa de mi vida había acabado... ¡Creí que la adolescencia se había ido hace tres años! ¡Creí que nunca más iba a pasar!

¡Me habían salido dos granos! Lloren dramáticamente conmigo.

Me acerco mucho más al espejo para torturarme. Ahí estaban los desgraciados. Un gran punto rojo en mi mejilla derecha y otro en mi mentón. ¡Saquenme esto! ¡Son gigantes!

-Soph, ni siquiera se nota... -Harry canturrea desde la cama.

Nos habíamos levantado hace poco. Cuando lo hice, vine al baño y me encuentro con esta cosa en mi cara.

-¡Sí lo hace! ¡Ni siquiera es un puntito! ¡Es una cosa roja gigante, Edward! -chillo tocando el bultito hinchado con mi dedo.

Siento sus pasos viniendo hasta el baño. Veo su reflejo en el espejo frente a mí. Su torso desnudo y sus tatuajes se hacen presentes, logran distraerme unos segundos.

-No se nota... -insiste en voz baja, colocando sus manos en mi cadera.

-No me gusta... -hago un puchero, alejando mis dedos de mi cara, dejándolos sobre sus manos.

Apoyo mi cabeza en su hombro, sintiendo mi espalda golpear su pecho.

-Ya se van a ir, recuerda que tus hormonas están cambiando con el embarazo, Soph. -me dice subiendo una de sus manos a mi estómago.

Suelto una pequeña sonrisita. Bajo mis ojos a mi vientre, el cual ya no estaba plano, se había hecho una ligera curvita, fácilmente pasa desapercibido como algo de grasita.

-Me dijeron lo mismo con la pubertad... -incrimino en voz baja.

Siento su risa ronca en mi oreja. Seguido, un beso en mi cien. -Aún así te ves bella.

-Tú te ves bello con granitos, yo no. -refuto.

Lo veo por el espejo rodar los ojos antes de separarse de mí. Avanza hacia la regadera y la enciende, dejando el agua correr.

-Si no te gusta entonces échate maquillaje, aunque sabes que no me agrada esa idea. -opina, sacándose los shorts y el bóxer que tenía puesto.

Era cierto. Yo no usaba maquillaje en días casuales como este porque uno, a mí no me gustaba, no veía necesario y dos, a Harry tampoco.

Él entra a la ducha y cierra la cortina, bloqueándome la buena vista.

-No... Eso sería peor. Lo dejaré así y me esconderé bajo las sábanas. -respondo a la vez que me agacho unos centímetros a recoger su ropa recién quitada del piso y la coloco sobre la tapa del inodoro.

-¡Ponles un nombre! ¡Eso siempre funciona! -exclama desde su lugar. Su voz hace un ligero eco en el baño.

Regreso mis ojos al espejo para observar mi rostro. -Este se va a llamar Clemente. -suelto, señalando el de mi mejilla.

-¿Cómo tu tía? -cuestiona.

-Sí, igualita de metida. -agrego.

Su risa se escucha por toda la pieza, haciendo que yo también lo haga.

-Y esta se va a llamar Harry. -aseguro viendo la de mi mentón. -Grande, voluminosa... Centro de atención...

-¡Oye! -reclama.

Río quedito unos instantes. -¿Hoy acaban de grabar el álbum? -consulto.

-Hoy lo acabamos por fin. -afirma. Su voz sonaba más fuerte por la bulla del agua golpeando contra el piso. -Saldrá el sábado.