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Decidí ir en calma por el camino, salimos algo tarde por petición mía. Así que cuando la noche cayó decidí ir a un refugio temporal. Una cueva ya conocida y explorada por mí hace algún tiempo, una historia verdaderamente corta. Estaba aprendiendo a luchar junto a mi padre cuando un rebelde nos atacó. Salí corriendo sin un lugar fijo donde quedarse así fue como encontré esta pequeña cueva que se volvió mi refugio por unos pocos días.
Luego de la sencilla cena, ambos improvisamos unas pequeñas camas. No pasó mucho cuando ella cayó cansada en aquella cama. Mientras más la miraba con más admiración veía en ella. Era una hermosa casualidad. En algún momento el sueño me venció.
Al día siguiente seguimos nuestro camino. Durante un descanso mi caballo Plagg se alejó de ellos. Le avisé a ella que lo iba a buscar y ella asintió con la cabeza. Fui detrás del y lo encontré en un pequeño centro de árboles altos. Todo a mi alrededor era muy similar, me hacía confundir por donde había ido.
- Parece que has entendido el mensaje de seguirme. - mencionó un joven de cabello negro, saliendo de uno de esos arbustos.
- ¿Quién eres?-
- WOW... En serio no reconoces a tu propio corcel?-
- Plagg?!-
- El mismísimo- dijo haciendo una pequeña reverencia.
- Entonces tú eres... un corcel y un humano?- preguntó el príncipe.
- Príncipe le contaré algo, todo aquel que me tome como corcel se convertirá en mi jinete hasta su fallecimiento. Eso hace que yo lo proteja hasta que su fallecimiento natural ocurra, pero ocurre algo. Yo no tomo a esta forma hasta que la pareja de mi Jinete tome a Tikki como corcel.- le explicaba el joven. - Ella hará el mismo trabajo que yo, ella protegerá a la chica hasta su fallecimiento.-
- Comprendo, aunque es algo duro de ver. Esto fue una verdadera sorpresa. -
- Ahora debemos volver porque si no su Lady y Mi tazón de azúcar se preocuparan. -
- ¿Tazón de azúcar?-
- Tikki-
- Oh, bueno, pues vamos. -
El pelinegro se alejó un poco para que una luz verde le cubriera. Esa luz le permitió convertirse en corcel nuevamente. Ambos regresaron encontrando al corcel blanco junto ala chica en un hermoso valle de flores.
Aquellas flores eran tocadas suavemente por las pálidas manos de la chica. Dando ese toque haciendo que el polen de ellas volará para así dejando soltar su exquisito olor.
- Disculpa amo no deseaba distraerme. Es que me han llamado la atención por lo hermosas que son. - menciono ella percatándose que de la fuerte mirada de él.
- No debes disculparte, también pienso que son muy hermosas... Como tú.- susurro lo último el príncipe.
- ¿Disculpa mencionó algo? -
- No, ven deberíamos seguir, llegaremos muy pronto a nuestro destino. -
Terminando de recoger, siguieron su camino a hacia su destino.
Continuará...
(Si notan algún error ortográfico, no duden en escribirlo en los comentarios.)
