SUEÑOS DEL PASADO

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(Briana)
- Briana, cuando recuerdes este momento claramente, deberás regresar a este lugar y reclamar lo que es tuyo. Mientras tanto te mantendré oculta por tu seguridad – decía un hombre joven vestido de negro que abrazaba a Briana – Tú serás mi as bajo la manga y el ser más poderoso que exista.
- ¡AMO! Es su hija, ¿Cómo pudo experimentar con ella? – manifestó la joven nana, mientras se dirijía hacia donde estaba la niña - ¿Estas bien Briana?
- Nana... Duele – susurró la niña con voz triste y ronca
- Tranquila mi nena, iremos a darte un baño y a dormir – le respondió la mujer
- Te agradezco que hayas cuidado a mi hija - declaró el joven amo –Pero ella dejará la manción por un tiempo, regresará cuando esté lista.
- Joven amo, se lo ruego, no le haga esto a la niña, es muy pequeñita, es su hija, por favor.
- Es muy tarde, ya lo hice – dirigió una mirada a los guardias – llevenselas, encierren a la nodriza, ella no puede decir nada de esto
- ¡NANA! – Gritó la pequeña mientras corría hacia la mujer y rompía en lagrimas - ¡NANA, NO ME DEJES!
- ¡BRIANA! – Gritó la mujer, tratando de alcanzar la mano de la pequeña, en un esfuerzo inutil, pues los soldados las arrastaban en direcciones opuestas - ¡BRIANA!
- ¡NANA! – Fue lo último que la bebé gritó antes de desmayarse...

...

La alarma de Briana sonó de forma estridente y supo que debía levantarse para ir a la universidad, era lunes, odiaba los lunes porque era el día de su clase menos favorita. Mientras apagaba la alarma, le vino a la mente el sueño tan extrano que había tenido, pero lo dejó pasar porque al ver la hora supo que si no se alistaba en ese momento llegaría tarde a la clase a la preferiría no ir.
Al salir de casa y llegar a la esquina la esperaba Helena, su amiga de la infancia, al igual que todos los días para ir juntas a la universidad. En cuanto llegó a su encuentro la joven se acercó a su rostro y lo observó detenidamente
- No has dormido lo sufiente Briana ¿verdad? – Dijo Helena haciendo una mueca
- Simplemente tuve un sueño extraño que me dejó pensativa – refutó la joven a su amiga, mientras le sonreía para tranquilizarla – Por cierto, buenos días Lena
- Buenos dias Bria, lo dejaré pasar por ahora, pero solamente porque si no salimos ahora llegaremos tarde
- Entonces camina mientras hablas
- Me gusta observar las cosas con calma y detenidamente
- ¿Me estas llamando cosa?
- No quise decir eso, ¡por favor no me mates!
- Deberias usar la energía que empleas en gritar para caminar, rápido, rápido

Ambas chicas se apresurararon para llegar a universidad, apenas por segundos lograron estar a tiempo, se despidieron rapidamente y quedaron de encontrarse a la hora del almuerzo, mientras Briana respiró profundamente e imploró mentalmente que el tiempo pasara de forma extremadamente vertiginosa para poder irse a casa, odiaba esa clase demasiado, era un fastidio para ella, solo con escuchar el nombre de esta se ponía de mal humor y requería de toda su fuerza de voluntad para soportar tres horas sentada en su pupitre, mientras el profesor leía con voz monótona el libro de texto que Briana se sabía de memoria, y no salir corriendo. Al termino de la clase Briana tuvo que pasar de todo su autocontrol para no gritar de felicidad, aunque esta restricción sólo duró hasta que divisó a Helena en la cafetería y la llamó a gritos. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca una de la otra:
- ¡Por fin soy libre! – exclamó la chica con los ojos cerrados y los brazos abiertos como si fuera a regalar un abrazo de oso – Ya no tendré que saber más de esta clase hasta la proxima semana.
- Veo que tu humor mejoró bastante, Bria – respondió Helena, mientras abrazaba a su amiga.
- Si, pero mis ojos empeoran - señaló sus ojos y frunció el ceño – compremos rápido para ir a un lugar con poca luz solar.
- Cierto, ¿Cómo sigue tu alergía? ¿Ya descubriste cuál es la fuente?
- Nooo, y eso me pone de mal humor
- Esta bién, está bien, hagamos la fila antes de se ponga más larga – dijo helena tomando una sola bandeja, pues ambas compartian casi todo – Tú hermano nos viene a buscar ¿verdad? Él es otro que vive con cara de amargado
- No realmente, siempre es amable
- Es broma ¿cierto? Ese tipo solo es amable contigo, seguramente te ama en secreto, ya quiero ver sus hijos, solo espero que herede su apariencia y tu personaidad, sería una excelente combinación
- Mi hermano no es así, solo soy su hermanita menor, más bien eres tu la que al final tendrá a sus hijos, ya actuan como esposos, pelean todo el tiempo por cosas estúpidas
- No querida, tu hermano no es mi tipo, prefiero a los hombres galantes con las mujeres
- Si, claro – respondió Briana torciendo los ojos mientras sonreía

Tan solo unos minutos después de terminar de almorzar el teledono de Briana sonó, no tenia que ver el monbre para saber que ra su hermano quien llamaba, hoy tocaba entrenamiento, aunqué antes le encataba, perdió el amor las artes marciales desde que entro a la universidad y la actitud de su hermano empeoró, muchas veces se comprotaban como todo un acosador y eso la sacaba de sus casillas, a pesar de lo cual, el chico al final siempre terminaba cediendo a lo que ella queria, así se habia acostumbrado a la presencia de Helena, esos dos eran como el agua y el aceite, pero ambos querian a Briana y se preocpaban por ella.
- ¿En que parte estas? – Preguntó Ethan al otro lado del telefono
- ahh, holaaa, me fue regular en mi clase, gracias por preguntar – Respondió Briana ironicamente
- Tengo el paraguas conmigo, te iré a buscar
- Si lo haces te arrepentiras
- Bien pero apúrate, sabes que el sol te lastima
Helena y Briana se apresuraron a ir al encuentro con el hermano mayor de esta úlrima, al reunirse Ethan y Helena comenzaron su habitual pelea, eran como perros y gatos, no podian ni verse porque empezaban a discutir, el chico se opuso a llevar a la joven con ellos, sin embargo su hermana lo miró con cara de pocos amigos y obligó a su amiga a subir al auto, comentando que parecian un matrimonio antiguo, entre peleas e indirectas llegaron a casa.
– Sabes, ya deberías acostumbrarte a ella y tratarla mejor. Por eso sigues soltero. Eres una bestia con las mujeres – comentó la hermana menor al bajarse del auto.
– No. Estoy soltero todavía porque tengo que cuidar tu trasero.
– En fin, Ethan… ¿Qué tal si descansamos hoy?
Lo preguntó sabiendo igual que la respuesta sería un no rotundo, el entrenamiento era algo sagrado…

BelleFolie7

BLUTRITTERWhere stories live. Discover now