ENTRENAMIENTO

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(Briana)

- ¡Auch! – exclamó Briana despues de aterrizar en el suelo nuevamente.

- ¡Levántate! – dijo su hermano – Sé que aun puedes seguir, atácame, pelea enserio.

- No me da la gana, hoy no estoy de humor para entrenar, estoy cansada solo quiero ir a dormir – respondió la joven con evidente fastidio en su voz.

- Te dejaré en paz cuando logres derribarme – propuso el hermano mayor con una sonrisa torcida.

La chica odiaba esa sonrisa, aparecia muy pocas veces y siempre era para retarla, cuando él creía que ella no seria capaz de hacer algo. Detestaba ser subestimada, iba a ir enserio esta vez, así mataba dos pajaros de un solo tiro, le dajaria claro que no era alguien tan debil como pensaba y podria ir a descansar de una vez.

Arremetió con fuerza y aguilidad, lazando un golpe con su puño derecho que el joven no pudo esquivar, al quedar pasmado por un segundo debido a la sorpresa de la rapidez que habia desarrollado la chica. El joven retrocedio y se puso en guardia, la chica avanzó nuevamente, en esta ocación opto por utilizar su rodilla izquierda para impactar el abdomen de su contrincante, quién calló al suelo de rodillas y trató de incorporarse nuevamente, pero su hermana le propinó un puñetazo una vez más, ahora con su mano izquierda, por lo que el hermano mayor cayó de espaldas al piso.

- ¿Me puedo ir ahora? – preguntó Briana con un tono de burla.

- Claro, pero olvidas una cosa – respondió el hermano mientras pateó sus tobillos por detrás y la hizo caer de bruces – Nunca bajes la guardia hasta comprobar que tu enemigo ha sido completamente inmovilizado.

- ¡Podias decirme eso sin patearme! – se quejó la chica.

- No hay nada más efectivo que el conocimiento empírico – refutó el muchacho mientras se incorporaba y ayudaba a su hermana a poner en pie.

Briana resopló y salio de la habitación, queria tomar un baño y relajarse un poco, debia descanzar, ya que en la noche practicaría defensa personal con Helena, aunque por suerte era más secillo y divertido que el entrenamiento al que era obligada por su hermano, sabía que era importante aprender algo sobre defensa personal, por ello aceptó al principio sin poner muchas trabas, pero no lograba entender el proposito de un entrenamiento en combate cuerpo a cuerto, ella no era un soldado, ni nada parecido, tampoco le interezaba la lucha o las peleas, de hecho preferia evitarlas.

El entrenamiento diario se habia vuelto tedioso, ya no queria seguir con ello, y se lo notificó a su hermano, pero este no dio su brazo a torcer y la rutina espartana siguió su curso. En fin ahora se alegraba un poco de ello ya que le podia enseñar a su amiga y eso si era divertido, como todo lo que hacian juntas, la verdad eran como almas gemelas, y de pronto sintió que algo no estaba bien así que despues de salir del baño la llamó por telefono.

- Lena, ¿está todo bien? – pregunto la pelinegra en cuanto su amiga atendió la llamada.

Tenia el presentimiento de que Helena, pasaba por algo. Si bien su madre era bastante paranoica, no le llegaba ni a los talones de la madre de su amiga. Estaba segura que la unica razón por la que no la habia encerrado en un sótano era por la existencia de ella, ya que habian sido amigas desde que eran jovenes, desde antes de la muerte del padre de Helena.

Briana era consciente del gran impacto que habia tenido en ellas la muerte del cabeza de la familia, pero le daba rabia que su mejor amiga fuera tratada como una prisonera por la paranoia de su mamá, ninguna de las dos se merecia eso pero el tema era u poco delicado, por lo que no hizo ningun comentario frente a Luciana, y optó por proteger a su hija tanto como pudiera.

BLUTRITTERWhere stories live. Discover now