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Epílogo

16 de octubre de 2088.

Tamiya y Ootaki se quedaron sin muchas posibilidades laborales después de dejar finalmente a Nekomi Tech. Aunque los dos eran muy buenos mecánicos y podían arreglar o construir cualquier cosa que tuviera ruedas y un motor, su inclinación por los locos planes de hacer dinero, su comportamiento brutal, la falta total de habilidades de servicio al cliente, así como dejar cualquier garaje en el que trabajaran. el desastre completo, los convirtió en persona non grata entre las muchas tiendas de motocicletas en la ciudad de Nekomi.

Incluso le rogaron a Chihiro que los devolviera como ayuda de medio tiempo en Whirlwind, pero ella se negó rotundamente, recordando la última vez que los dejó correr en el lugar mientras se iba de vacaciones. Keiichi y Belldandy trataron de ayudar a los dos a encontrar trabajo, pero ningún garaje en la ciudad quería aceptarlos. Ni siquiera la capacidad de Belldandy para convencer a alguien de que hiciera algo que ella pidió podría ayudar a Tamiya y Ootaki a encontrar un trabajo significativo. Se paseaban por la ciudad recogiendo trabajos a tiempo parcial donde y cuando podían. Ootaki se casó con su novia universitaria de mucho tiempo, Satoko Yamano en 1997, y con su ayuda pudo obtener un trabajo como mecánico trabajando en una tienda de motocicletas en Tokio. Sin embargo, el dueño de la tienda, sabiendo de su reputación, lo contrató solo a él y no a Tamiya.

Esto causó una ruptura entre los dos amigos. Tamiya estaba molesta porque Ootaki no había intentado defenderlo. Ninguno hablaría con el otro durante diez años. Tamiya terminó encontrando trabajo como mecánico de diesel en un barco de contenedores. En 2008, los dos finalmente se contactaron, pero la amistad nunca volvió a ser la misma. Se mantuvieron cordiales el uno con el otro y aún seguían bebiendo y bebiendo cuando sus horarios lo permitían, pero los días locos de llevar el Auto Club al suelo habían pasado, y las duras realidades de establecerse y convertirse en ciudadanos responsables estaban sobre ellos. Tamiya permaneció soltera, lo cual fue ideal por sus largos períodos de tiempo en el mar. Vivió una vida plena haciendo lo que amaba, trabajando en motores y se convirtió en un mecánico de diésel líder. Ootaki continuó trabajando en numerosas tiendas de motocicletas en Tokio. Encontró que conseguir y conservar empleos era más fácil cuando Tamiya no estaba con él. Tamiya falleció en 2042, Ootaki murió un año después.

Sayoko Mishima y Toshiyuki Aoshima parecían tenerlo todo para cuando se graduaron de NIT. Ambos eran increíblemente ricos, se esperaba que entraran en puestos ejecutivos con altos salarios en las respectivas compañías de su padre. Su camino a la fama y la fortuna fue pavimentado cuidadosamente para ellos. Y durante los primeros años después de la graduación, lo tenían todo. El Grupo Mishima y el Conglomerado Aoshima se fusionaron en 1993 para crear una de las corporaciones de alta tecnología más grandes de Japón. Sayoko y Aoshima se convirtieron en altos cargos dentro de los dos años posteriores a la fusión, ambos derribando miles de millones de yenes en salarios.

Pero la inminente crisis financiera que envolvió a Japón a fines de la década de 1980 finalmente afectó a la Corporación Mishioshima. Se determinó que la fusión estaba fuertemente financiada por préstamos incobrables hechos por bancos japoneses que estaban demasiado dispuestos a prestarle a la compañía dinero que no podía pagar. Aparentemente, ninguna de las dos compañías antes de la fusión tenía tanto en activos como afirmaban en sus balances, pero los bancos nunca se molestaron en verificarlos con la debida diligencia. La burbuja financiera colapsó, y la Corporación Mishioshima terminó colapsando con ella.

Si bien Sayoko y Aoshima no participaron en la creación del desastre, se convirtieron en una víctima de las tendencias de las corporaciones japonesas para no contratar ejecutivos de otras compañías. Esto aseguró que los primos ya no podrían vivir la vida a la que estaban acostumbrados. Si bien ambos eran todavía muy ricos, también se enfrentaban a la realidad de que las cenas nocturnas en restaurantes de cinco estrellas, y la compra de nuevos Mercedes-Benz y Ferrari cada año también eran cosas del pasado. Sayoko y Aoshima adoptaron lenta y adecuadamente un estilo de vida más frugal, lo quisieran o no. Compraron una pequeña posada en las afueras de Tokio, contrataron personal y ofrecieron una experiencia de posada tradicional japonesa. Lograron un éxito moderado, ambos primos se casaron con cónyuges amorosos en 2000, y todavía dirigían la posada obteniendo un beneficio modesto y construyendo una clientela leal