MARVEL SMUT ─ one shots & imagines

o7. Bucky Barnes

He vuelto después de un siglo!!! Ya casi se estrena Endgame así que hay que celebrar😂

Pedido para @psykebitch

Espero que te guste! Me disculpo millones de veces por la tardanza. No tenía telefono y hasta ahora pude entrar en mi cuenta.

Usen globito siempre!💜

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—Ya deberías estar acostumbrado.

Bárbara rodeó al soldado. Lo observaba de piez a cabeza despacio.

Él gruñó, tomando los antebrazos del asiento con fuerza.

—No me gusta—dijo.

Los ojos marrones del hombre se conectaron con la mirada de Bárbara. Pudo observar todo un fuego ardiendo en ellos.

—Es mi trabajo, perdón.

Su tono era tan falso. Bárbara en realidad no lo sentía, ella era seca y egoísta. Bucky nunca conoció la piedad en ella. Estaba dispuesta a torturar y matar a cualquiera en nombre de HYDRA. Era cruel.

—Liberame.

Bárbara sonrió de medio lado al verlo tan debil.

—No.

Bucky dejó salir un suspiro.

—Por favor...

—Tú nunca ruegas, Barnes. ¿Qué te sucede?

Cruzó los brazos y lo vio juguetonamente.

—Sé que puedes entregarme—susurró el soldado.

—Ya no trabajo para ellos.

Bucky frunció el entrecejo y se llenó de rabia.

—¡¿Y por qué me tienes aquí?!—gritó e intentó liberarse de la silla violentamente.

Bárbara se acercó y se inclinó para quitarle las sogas que ataban sus extremidades.

—Pensé que tú me entregarías—susurró en su oído y se enderezó despues de liberarle.

La voz de Bárbara le provocó escalofríos. Recordó entonces esos labios que antes, mucho antes, cuando eran parte de HYDRA, recorrían todo su cuerpo. Bucky sacaba toda su frustración en ella y Bárbara no se quejaba. Le encantaba. Ambos sufrían y la unica forma que conocían para liberarse eran sus apasionados encuentros a escondidas.

Bucky se levantó lentamente de la silla. Nunca dejó de ver a Bárbara a pocos pasos, la cual se removió nerviosamente al sentir aquella penetrante mirada por toda su figura.

—Aun puedes hablar—demandó la espía.

—Estaba pensando en algo más.

Cuando menos lo esperó, Bucky se acercó a ella y atacó sus labios con desesperación. Bárbara respondió, introduciendo su lengua en la boca del soldado. Los dos lucharon en una batalla que Bárbara terminaría por ganar. Bucky gruñó y recorrió con sus manos el cuerpo de la chica posesivamente. Se detuvo en sus pechos y los acarició encima de la tela. Bárbara gimió por la sensación y sus manos tomaron su cabello largo mientras continuaban su ardiente beso.

Las manos de Bárbara después bajaron hasta la entrepierna del soldado, ganándose un gemido de él. Rompieron el beso y comenzaron a despojarse de la ropa del otro en el cuarto de aquella fábrica abandonada. Al quedar en ropa interior, lo obligó a sentarse en la silla donde había estado retenido. Bárbara quedó a horcadas encima de él y lo besó. El frío del metal y el calor contrastaban en la cintura de la chica mientras el soldado tocaba su piel sin pudor alguno. Su mano viajó hasta su feminidad y acarició su clítoris, haciendo movimientos circulares con sus dedos.

Eso hizo que Bárbara se mojara más y gimiera, mordiendo los labios de Bucky. Gruñó al sentir los dientes de la espía, pero el dolor lo hacía más excitante. Introdujo dos dedos, estrechandola y Bárbara se sintió llena, moviendo sus caderas y tomando sus dedos dentro de ella. Bárbara se deshizo de su blusa y dejó sus pechos al descubierto, con sus pezones erectos y Bucky comenzó a aumentar la velocidad de sus dedos en el núcleo de la espia.

—Ah—gimió—Más rápido.

Los gemidos de Bárbara se hicieron mas fuertes creando un eco y cuando sintió su punto más alto, casi llegando al clímax fue que Bucky apartó sus dedos. Barbara abrió los ojos.

—Paciencia—gruñó el soldado por lo bajo y la acomodó encima de él, sacando su miembro erecto de su pantalón.

Se hundió en ella en un movimiento, ganandose un gemido ahogado de la espía. Las manos de Bárbara apretaron sus fuertes hombros cubiertos de sudor y comenzó a moverse arriba y abajo junto con Bucky. Los dos coincidian con sus embestidas y hacían la experiencia más placentera con esa rudeza.

Los muslos internos de Bárbara chocaban con las grandes piernas del soldado haciendo un sonido de piel contra piel. Sus gemidos y gruñidos se entremezclaban, y las uñas de Bárbara rasgaban la espalda de Barnes mientras las grandes manos de él sostenían sus caderas para mantener el ritmo perfecto.

Bucky redujo el ritmo por un momento admirando el rostro de Bárbara, rogando por más. Su entrecejo fruncido y sus mejillas coloradas lo excitaban de sobremanera, solo quería romperla como antes. La mano de metal se envolvió en su garganta sin hacer presión y la atrajo a él en un movimiento devorando sus labios y volvió a embestirla con rapidez, cubriendo los dulces gemidos con el beso.

En un par de movimientos más se corrió dentro de ella, y Barbara gimió aún más rompiendo el beso, aferrandose al hombre. Miraba estrellas mientras sus paredes se contraían alrededor de él, sintiendo la dulce liberación en un instante. Había sido un orgasmo intenso para ambos. La espia continuó moviendo sus caderas sintiendo todos sus flujos correr por sus muslos y sonrió de placer escondiendo su rostro en el cuello de Barnes.

Los dos juntaron sus frentes calmando sus respiraciones.

—Extrañaba esto—confesó Bárbara.