La Merced de su Amor

187 17 3
                                    

Que bello es su sentir,
Que amoroso es su reñir
Que bello es su amor.

Dulce gracia que vino del cielo
No podremos encontrar nada mas bello,
¡Oh fiel consejero, padre eterno, príncipe de paz!
¿De que otra manera nos mostrarás tu amar?
Si tu merced ya hemos visto ya.

En mi momento de dolor,
En mi momento de duelo veniste a mi,
Para darme tu consuelo y
tu sabio consejo.

Nunca me has dejado solo,
Siempre me has llevado en tus hombros,
Sin renegar, si desesperar;
Siempre has estado para mi.

Tu amor es un regalo,
Pues, ¿Que merecía este mundo desquiciado?
Solo tu ira y tu furor,
Pero por tu hijo vimos tu muestra de amor.

Tu gloria anhelo ver,
Tu rostro anhelo tocar,
Tus caricias yo quiero sentir,
Y mis lágrimas quiero derramar
en mis momentos de austeridad.
Tu siempre estarás ahí,
Por ese dulce amor que me tienes a mí,
En días soleados, nublados y grises,
En días de tormenta quiero contigo buenos momentos pasar,
De rodillas sobre mi cama
en mi habitación,
Quiero hablarte abriéndote todo mi corazón.

Hablando contigo de mi día,
Quiero pasar yo el resto de mi vida.
Nueva criatura soy
por lo que me dice la escritura hoy,
"Cargando todas mis penurias diste tu vida, para que hoy yo te de todos mis días".

Efímera es mi vida eso yo lo sé,
Más ya no me deprime lo que me pueda suceder,
Quiero caminar contigo hasta después de mis últimos días,
y en tu palacio estar en aquel día
para ver tu belleza en todo su esplendor
y decirte : ¡Oh mi salvador,
Cuan grande es la merced de tu amor!

Un Cristiano EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora