Frente a shouto se encontraba un niño y una niña.
La niña castaña portaba con una camisa blanca y un short azul, a diferencia del niño quien tenía un pantalón flojo de color negro igual que su camisa.
Un aroma a rosas y nitroglicerina inundó sus fosas nasales, uno de ambos olores le agradaba y le hacía sentir seguro, sin embargo, no lograba distinguir cual de los dos era.
—Lo siendo bakugou, pero, ¡Mirá!, Tengo un nuevo amigo.
Señaló atrás de su espalda, donde el rubio cenizo pudo observar con claridad una cabellera bicolorica.
—¿Y ese bastardo, qué?.
—¡Ah!, ¡Que no es un bastardo!.
Dijo en un grito la castaña acercándose a shouto, quién al no conocer a ninguno de ellos quiso escapar de esa casa.
—Y-yo solo buscaba a u-un gatito cafés…
—¿Hablas de esto?.
El rubio cenizo había agarrado al felino, el cual se había estado frotando en su pierna, lo tomo por el lomo y extendiendo el gato en dirección al heterocromatico.
Shouto estaba en una pequeña parálisis, no sentía su cuerpo y únicamente observaba al alfa rubio frente a él. Claro que era un alfa, su forma de comportarse lo decía todo, pero tampoco paso en alto que con solo oír su voz, Sentía las ganas de mostrarse sumiso ante él y rogar por caricias y muestras de cariño por el otro.
Maldecia a su omega en esos momentos.
—¡Bastardo!, ¡¿Lo quieres o no?!.
''¿Por qué me pregunta eso?'', pensó shouto, no sabía porque le hacía esa pregunta si ya le había tirado el mínimo en la cara, y con mucha suerte, este no tenía garras, por lo que ya se encontraba con el pequeño en brazos.
—Eh…¿Sí?.
No sabía si se lo estaba regalando o solo era para que lo tuviera por unos momentos, pero su omega quería que fuera la primer opción. Su imaginación quedo a flote, y se imaginó como sería que él alfa rubio le regalase una flor u algún otro tipo de cosas.
Un pequeño rubor se hizo presente en sus mejillas, las cuales logro esconder abrazando al felino, la cual gustosa restregó su cabeza y narisilla en su rostro.
—¿Te quedarás?.
Hablo la omega castaña.
—¿Ah?.
—Si te quedarás.
¿Quedarse?, ¿Ahí?, No sabía cómo responder, no los conocía a ninguno, ya ni se recordaba como había llegado al lugar por lo que no sabía como llegar a su “hogar”.
—Ese bastardo no se quedará aquí.
「❀❀❀」
Portaba un suéter, calcetas y un pantalón, toda ropa completamente blanca, únicamente por las calcetas que tenían dos líneas negras y una frase en el suéter “Siempre”.
Se encontraba en medio del alfa y la omega, ella se abrazaba de su brazo, mientras que él estaba de brazos cruzados y con las cejas levemente fruncidas, un gesto de molestia pero que para shouto era algo tierno.
