Franqueza.

38 5 0
                                    

Nuestros ojos, en el mismo alero,
se enfundaron guerras, declaradas nunca.
Para mí era el cielo, verte por asomo,
para ti un destello, una bala muda.

Leer tus manos quiero, dije en aquel campo,
no te vi primero, ni en segunda cuenta.
Tu una roca humana, una miel fundida,
yo probarte quise, aunque miel prohibida.

La mañana buena, a mi lado fuiste,
y tocarte hubiese, sido una promesa.
La mañana última, en fuga estuviste,
y despedirme pudo, ser una certeza.

Franqueza absoluta, en tus ojos claros,
en tu pelo el mundo, ajeno a mis manos.
La bendita prueba, fue de oro vano,
y tus dedos finos, y tu boca un faro.

La última ganancia, la presencia a medias,
que esperó con ansias, haberse perpetuado.
Fue una estancia corta, en tierras sin bandera,
mas quedarse pudo, ser nuestro relato.

Carta a la autoestima.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz