-¿Alonso? - Lo miré, mi corazón comenzó a latir emocionado. Le sonreí como un idiota-
-Hola -Se levantó sin expresión alguna. Se veía ocupado-
-Espera, te ayudo -Le ofrecí-
-Estoy bien Jos -Su voz no era la misma honestamente tenía todo el derecho de hablarme así-
-Okay. ¿Cómo estás? -Quería saberlo, quería hablar con él por horas como lo hacíamos antes-
-Bien, ¿Y tú? -Me miró con la caja entre sus manos-
-Bien -Asentí, podía sentir su incomodidad mientras yo buscaba su mirada-
-Y ¿Qué?... ¿Vienes a alacearte el cabello? - Mencionó en tono de burla y paso una de sus manos sobre mi cabello-
-Ja ja ja -Conteste sarcástico- Que gracioso- Suelta una pequeña risa y me parece tan adorable que quisiera abrazarlo- En realidad vengo a ver a mi tía -Confieso-
-¿Quién es tu tía? -Frunce el ceño confundido-
-Margaret
-¿Margaret, Margaret? -Tiene los ojos muy abiertos y no por que mi tía sea la dueña, sino por que ahora creo que entiende a donde va esto-
-Si Margaret -Reafirmo y puedo ver la preocupación en su mirada-
-¿Es tu tía? -Dice al fin después de quedarse en silencio unos segundos-
-Si lo es. ¿Sabes donde encuentro su oficina?
-Si, sigueme -Y lo seguí. Tenía el cabello rubio, la última ves que lo vi era pelirrojo- Aquí es -Me miró esperando a que yo me adentrará-
-Gracias -Suspiré y me hubiese encantado que me envolviera entre sus brazos como lo hizo aquella última ves-
-No es nada -Se dio la vuelta decido a irse aún con la caja entre sus manos-
-Alonso...-Se volvió desconcertado pero atento- Fue lindo verte- Asintió lento con una media sonrisa y se marchó. Toque la puerta y un "adelante" se escucho en el interior-
-Jos ¡Que gusto! Pasa hijo pasa -Se puso de pie y se quito los lentes que usaba para leer-
-Hola tía-bese su mejilla cuando llegue hasta su escritorio- Luces bien-
Me tendió un abrazo y nos encaminamos a la pequeña sala al fondo-
-Te he extrañado tanto mira como haz crecido -Reí apenado y sonreí, me gustaba esto. Necesitaba esto-
-Si, supongo
-Siéntate, siéntate
-Gracias
-Tu madre me dijo que vendrías y obviamente que estas contratado pero, eso no significa que no debas seguir un contrato. Aunque yo sé que no me vas a defraudar.
-No lo haré tía. Lo prometo
CONTINUARÁ...
ALIVILLAPANDO
