3x3=64y ~|[Jihancheol]|~

9- Complejo de hermano

Por lo general, aquellos que tienen un complejo de hermano mayor no son conscientes de que lo tienen. Lo niegan, o simplemente ignoran lo pesado que puede llegar a ser. Y es que puede resultar un poco vergonzoso tener que admitir que adoras a tu hermana a tal grado.

Desde la perspectiva de Chwe Vernon Hansol, las cosas son un tanto diferentes. Sí, quizás tiene un complejo de hermano, pero está perfectamente bien con ello. Para él no hay ninguna vergüenza, no hay ningún temor, sabe que adora a su hermana y está orgullosa de eso, su pequeña princesa no merece menos que eso.

Porque desde el primer momento en que ella tomo su mano, y con ojos llorosos y la voz temblorosa le pidió ayuda para reparar su muñeca favorita (la cual él rompió, pero ella no tenía por qué saberlo) supo que su deber era siempre estar ahí con, y para ella.

Sus amigos, los que tuvieron las agallas para mencionarlo en voz alta, rieron en respuesta a sus palabras cuando explicó lo que pensaba. Ni siquiera aquellos que también tenían hermanas menores parecían comprender sus emociones. Pero lo entendía, si ellos tuviesen hermanitas tan lindas como la suya sabrían a lo que se refiere, no todos pueden tener esa fortuna.

Y solo para dejarlo claro, Vernon realmente ama esa dinámica. Ser el hermano mayor, inteligente, apuesto y fuerte al que su pequeña y adorable hermanita pueda correr cuando tiene problemas, llamándolo oppa con su dulce voz... Ah, eso era simplemente perfecto.

Él realmente podría pasar el resto de su vida cuidando de ella. Y no era una exageración, él realmente lo habría hecho, de no ser porque la pubertad llego a separarlos.

Aunque sonara tonto, él sabía que el género hacia la diferencia. Él realmente lo intentó. Pero no podía ayudarla en cada cosa... En coreano, inglés, o incluso yendo con ella de compras, eran cosas que podía hacer, porque entendía la dinámica. Pero eran esas ocasiones cuando no podía entender lo que ella estaba sintiendo, es lo que lo rompían.

Nunca olvidará aquella noche de invierno cuando su nenita de solo 13 años, retorciéndose de dolor, durmió por primera vez desde hace mucho tiempo lejos de él. Porque lloró odiando no ser una niña y poder estar con ella en lugar de su madre atendiendo esos malditos cólicos menstruales, y lloró aún más cuando supo que eso implicaba no dormir juntos nunca más.

Pero a pesar de todo, fue un hermano mayor maduro. Aunque las diferencias solo siguieron aumentando él se mantuvo cerca, no tanto como para no dejarla vivir su vida, pero lo suficiente para estar incluido en cada aspecto de ella. Soñando con el día en que esos ojos brillaran nuevamente hacia él y escuchar su vocecita diciéndole que él era su persona favorita en el mundo.

¿Su obstáculo? Últimamente ella ni siquiera lo miraba a los ojos. No es que ella ya no hablara con él o ya no tuvieran momentos agradables juntos, simplemente había algo que hacía que ella no pudiera verlo a los ojos, y desviara muy obviamente su mirada cada que se encontraba con la suya.

Aunque comento de aquella inquietud con sus padres, estos no le tomaron la más mínima importancia.

-Lis niñis siimpri guirdin sicritis. (Los niños siempre guardan secretos)
-Ni li piidis sibir tidi di ti hirmini. (No lo puedes saber todo de tu hermana)
-Vi i li tiendi pir lichi. (Ve a la tienda por leche)

Fue vilmente desestimado, pero sabía que había algo raro en Sofía. Y sólo bastó observarla con más atención durante los días siguientes para poder confirmar que, efectivamente, había algo que ella le estaba ocultando, y él odio eso, porque su hermanita nunca le ocultaba nada. Pero, de repente se encierra en su habitación para contestar llamadas, y sonríe y se sonroja demasiado al ver su teléfono.

Vernon es muchas cosas, pero nunca un tonto. Aunque le duela en lo más profundo de su corazón admitirlo, esas solo podían ser señales de una única cosa. Su pequeña princesa ha conseguido un novio.