𝙇𝙤𝙬 𝙏𝙞𝙙𝙚 𝙇𝙤𝙫𝙚

San Francisco

Día 1
Era un día soleado y con neblina en la ciudad de San Francisco, decidieron que hoy irían a conocer Alcatraz, así que después de que Dean saliera de la ducha, se dirigieron al restaurante del hotel, había buffet así que Dean aprovechó y tomó todo lo que pudo, mientras que Castiel prefirió panqueques y fruta.

-¿En serio vas a comer todo eso?-Le preguntó Novak mirando a Dean, tenía 3 platos llenos de comida.

-Esto es algo ligero.-Le contestó el rubio mientras comía, entonces a Castiel rió, le sorprendía el gran apetito de Dean. Después de ver a Dean literalmente devorar medio buffet, se dirigieron al muelle, para tomar el ferry que los llevaría a conocer la isla. Mientras caminaban al muelle Castiel, prendió su cámara y comenzó a tomar fotos de algunas casas mientras cruzaban la calle.-¿Cómo fue que trajiste tu cámara si estabas medio dormido cuando salimos de Trinidad?

-Es la costumbre, la llevo a todos lados.-Castiel le dio una sonrisa culposa, comenzó a tomar fotografías de Dean, este lo miró agobiado.-¿Qué? Cuando seas un anciano querrás ver recuerdos de este viaje y no tendrás ninguno si pones esa cara.

-¿Qué haría memorable este viaje para que lo recuerde siendo un anciano?-Le preguntó Dean sonriente.

-Tú decides si quieres disfrutarlo.-Le contestó Castiel nervioso, pues había captado la indirecta. Dean le quitó su cámara haciendo a Cas protestar.-¡Hey! Eso es mío.

-Tu también necesitas recuerdos de este viaje, ¿no es así?-Preguntó el rubio mientras tomaba fotografías de Castiel.

-Si, pero me siento incómodo frente a la cámara.-Dijo Castiel apartando la mirada, continuaban caminando mientras Dean intentaba fotografiar al Novak.

-Pero si te encanta tomar fotografías, ¿cómo es posible que estés incómodo?-Bajó la cámara y mientras miraba a Castiel.

-Una cosa es tomar una fotografía, estando detrás de la cámara y otra es estar frente a la cámara posando.-Dijo Castiel sin dejar de mirar al frente.-No me siento yo cuando estoy frente a las cámaras.

-Pero te ves muy lindo.-Dijo Dean mirando las fotografías que acababa de tomar, esto hizo a Castiel sonrojarse y sonreír, ninguno dijo nada hasta que llegaron al muelle donde la mayoría de las personas ya estaban abordando el ferry, en el camino a Alcatraz, Cas escuchó la explicación atentamente, mientras que Dean tomaba fotografías de su al rededor, algunas de ellas eran de Castiel, quien no estaba enterado de lo que Dean hacía, pues estaba muy interesado en lo que el guía explicaba a detalle.

Cuando llegaron a la isla Castiel logró recuperar su cámara, ya que Dean había comenzado a acosarlo con fotografías, después de tomar unas fotos del mar, algunas de Dean tonteando y de la prisión, comenzaron el recorrido, donde sorprendentemente Dean tomó la mano de Castiel, este decidió no decir nada, así que todo el camino estuvieron tomados de la mano, el Winchester obligó a Castiel a tomarse una foto con él, así que decidieron pedirle a alguien que les tomara una fotografía.

-¿Podría tomarnos una foto con el mar de fondo?-Preguntó Castiel a una señora de la tercera edad, la señora sonrió amablemente y les tomó una fotografía juntos, Dean se quedó mirando la isla mientras que el Novak se acercó a la señora para que le entregara su cámara.-Gracias.

-No hay de qué muchacho.-La señora sonrió.-Tú y tu novio me recuerdan a mi juventud, mi esposo y yo solíamos viajar todo el tiempo, me alegra saber que aún existe el amor juvenil.

-Si, bueno me siento afortunado de conocerlo.-Dijo Castiel mirando a Dean, quien intentaba alimentar a una gaviota sin ser atacado.

-Conozco esa mirada.-La señora le sonrió.-No lo dejes ir chico, no cualquiera puede hacer tus ojos brillar.-Castiel miró a la señora confundido, pues no quería si quiera imaginarse que había nacido un sentimiento hacia Dean, Castiel estaba apunto de preguntarle a qué se quería referir pero Dean lo llamó.

-¡Cas! Encontré un cangrejo.-Gritó el rubio emocionado.-Tienes que verlo! ¡Es gigante!-La señora río ante el comentario de Dean y se alejó para seguir mirando la prisión, Castiel se acercó a Dean quien parecía un niño pequeño.

-Dean, estoy cien por ciento seguro de que has visto cangrejos toda tu vida.-Dijo Castiel burlándose.-Recuerda que vives en una playa.

-Si, lo sé, pero este cangrejo es diferente a los demás.-Lo señaló.-Casi lo piso por accidente, además parece una roca. ¡Tómame una foto con el cangrejo!

-Puede lastimarte, que ni se te ocurra tocarlo.-Cas lo regañó, Dean protestó pero al final tomó asiento na fotografía del rubio cerca de el cangrejo.

-Mi foto pudo ser más genial si hubiera tocado el cangrejo.-Se quejo Dean como niño pequeño.

-Tu mano pudo haber sido mutilada si hubieras tocado al cangrejo.-Le dijo Castiel entrando al Ferry, Dean rodó los ojos mientras caminaba a su lado.

-¿Puedo acercarme a la orilla del Ferry, mamá? Quiero ver el mar.-Bromeó Dean y Castiel lo fulminó con la mirada.

-Solo intento cuidarte.-Dijo Castiel encogiendo los hombros, los dos se acercaron a la orilla y observaron la isla mientras se alejaban.

-Y yo solo intento divertirme.-Winchester hizo una mueca y miró al frente. Después de unos minutos, Castiel recargó su cabeza en el hombro de Dean.

Al regresar al muelle, fueron directos a Fisherman's Wharf, era un muelle lleno de turistas con sobre cangrejos, caminaron un rato, hasta encontrarse con un lindo restaurante con vista al océano, donde decidieron comer.
Cuando Dean y Cas regresaron al hotel estaban muy cansados, después de comer en el muelle, caminaron por la bahía, donde tomaron más fotografías, después recorrieron el centro y al final cenaron en el restaurante del hotel, para después dirigirse a su habitación, al llegar ambos se tiraron en la cama mirando el techo.

-Fue un buen día.-Dijo Castiel poniéndose de pie. Dean lo miró y sonrió.

-Sería perfecto, pero aún le falta algo.-Dean tomó asiento en su cama y miró a Castiel.

-¿Qué hizo falta?-Castiel frunció el ceño.-La comida fue deliciosa, los recorridos fueron geniales, el clima estuvo perfecto.

-Cas, eres tan inocente.-El Winchester sonrió y se acercó a Novak, quien seguía con el ceño fruncido.

De regreso en el pueblo de Trinidad

Gabriel se había quedado completamente solo, su padre había ido a un viaje de negocios, sus amigos estaban de viaje y él estaba en Trinidad sin planes ni amigos. Una mañana decidió caminar por la costa, apenas comenzaba a amanecer y la playa se encontraba completamente vacía, era una locura estar por ahí solo a las seis de la mañana, pero no estaba nada arrepentido de lo que está a punto de pasar.

-¡Bailey!-Escuchó la voz de un chico gritando, le sonaba a una voz conocida. Cuando miró a su izquierda un perro brincó sobre él tacleándolo.-¡Lo siento mucho!-Dijo el chico hasta llegar a Gabriel, se puso de rodillas intentando quitar al Bailey de encima.

-¡Guau! Tiene mucha fuerza.-Dijo Baker mientras Bailey besaba su cara. Cuando el perro desapareció de encima los dos chicos se miraron.

-¿Gabriel?-Preguntó el chico sonriente.

-¿Y tú eres?-Le dijo Gabriel, eso hizo que el chico borrara la sonrisa de su cara, entonces Gabriel rió.-Solo bromeo, Sam Winchester.

-¿Te crees muy gracioso, cierto?-El Winchester lo miró intentando no sonreír, Gabriel no le parecía un mal tipo.

-Si, bueno mis amigos dicen que soy el mejor bromista.-Contestó Gabe con aires de grandeza.

-¿Tus amigos son imaginarios?-Gabriel miró a Sam, sabía exactamente que estaba jugando con él.

-No, Samuel, son más reales que los tuyos.

-Es Sam.

-A mi me gusta decirte Samuel.-Gabe se encogió de hombros.-Es un lindo nombre, para alguien tan tierno como tú.

-¿Esas son tus mejores frases de Casanova?-Sam se burló.

-¿Acaso crees que intento coquetear contigo?-Preguntó el mayor fingiendo estar ofendido.-¿Qué te hace pensar eso?

-He escuchado ciertas cosas sobre ti.-Sam se encogió de hombros mirándolo fijamente.

-Y yo sobre ti, Samuel.-Gabriel sonrió. Los dos estabas sentados sobre la arena mientras Bailey cavaba un hoyo en la arena a poco metros de ellos.