extra

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―¿Quieres ir al cementerio, Taehyung? ―preguntaba su mayor tocándole el hombro amistosamente. Taehyung asintió y le mostró una de sus hermosas sonrisas cuadradas.

―Sí, quiero visitarlo de nuevo. Si no lo hago, ¡Jungkook se pondrá triste! ―odiaba recordar decaído a su hermoso y difunto novio, pero quería recordarlo en todos sus aspectos.

🚀

―Oh, dulce Jungkook. Como quisiera ver esos esos amantes oculis meis otra vez en persona. Daría hasta mi vida para verlos. Tan bellos. Tan significativos. Eran tan puros como el agua ―decía como el artista en palabras que era―. ¿Por qué la vida fue tan mala conmigo y se llevó a las dos seres que más amaba? Yo no le hice el mal a nadie. ¿Tú crees que fue porque me enamoré de un hombre? Quizás por eso también te quitó la vida. Porque nos enamoramos mutuamente. De un mismo sexo. ―añade, ya dejando que las lágrimas salieran de sus ojos.

Namjoon le dio unos pañuelos descartables para que se limpiara su masculino rostro. Sonrió al ver que Taehyung seguía recordando los ojos de bambi de su amado esposo. Kim Taehyung recordaba el rostro de su pareja tan perfectamente que podía pintarlos en cuadros todas las veces que quisiese.

Pasaron tres minutos en silencio. El Kim menor esperaba que el alma pura de Jungkook le dijera algo. Por lo menos un susurro en el viento. Pero no escuchaba nada, como siempre. Namjoon se dio cuenta de eso.

―Jungkook siempre te escucha, Taehyung. Él siempre lo hace, pero tú siempre supiste que era muy tímido para hablar. Por eso se comunicaba con poemas y con esos amantes oculis meis ―le dijo mientras le tocaba el hombro.

Taehyung le miró de reojo y siguió recordando esos amorosos ojos. También pensó que Jungkook le miraba desde la luna mientras que Yeontan jugaba con una pelota de lana que aseguraba que le había tejido su pareja. A Jungkook le gustaba tejer; seguramente hubiera sido un excelente y callado abuelo. Sonrió inconsciente al pensar eso último.

En su mente se escuchó un suave "te amo" con la voz de Jungkook y sonrió aún más. Quizás ya estaba perdiendo la cabeza pero a él no le importaba, porque hace mucho no escuchaba la voz de su preciosa alma gemela.

Namjoon, minutos después lo había dejado solo porque le había dado frío, así que se fue en camino al automóvil.

―¿Pronto nos veremos de nuevo, cariño? ―susurró solitario esperando una respuesta. Sin embargo, no la obtuvo y no se decepcionó porque sabía que Jungkook le había escuchado y eso lo ponía feliz. A Jeon le gustaba escucharlo; era su actividad favorita.

De pronto, empezó a hacerse tarde y el cielo celeste ya se iba haciendo oscuro. Ese cielo en el que estaba Jeon Jungkook.

Pronto nos vamos a ver otra vez, Taehyung ❞

amantes oculis meis » taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora