NO VALES NADA

El primer día

"The Royal University", la universidad de los sueños de toda adolescente de mi edad, pocos eran admitidos a pesar de ser un colegio de paga, pero eso era lo que la caracterizaba como la mejor, solo los mejores promedios eran aceptados, aunque claro existía uno que otro pase regalador.

Estaba nerviosa, era mi primer día de clase y no conocía a nadie, a Tom no lo habían aceptado a pesar uno de los mejores promedios y había tenido que mudarse a Bungalo una pequeña comunidad a 25 km de donde yo me encontraba, era la primera vez que ambos nos separábamos.

Había llegado a la escuela, mi casillero se encontraba lejos del pasillo, a lado estaba un chico muy guapo, por su aspecto físico me parecía era más grande que yo, tenía el cabello corto y un castaño oscuro, sus ojos color miel resplandecían con la luz y tenía unos hermosos hoyuelos que se le veían cada que sonreía.

-Hola- Me dijo sonriendo.

-Emmm, Hola- Respondí un tanto apenada, seguramente percibió el rubo de mis mejillas, que tonta.

-¿Eres nueva aquí?-

-Sí, acabo de ingresar a primer año-

-Así que te interesan los negocios, señorita-

-Emm, pues mi papá se a dedicado toda su vida a ello- Dije aún más apenada.

-¡Qué grosero!, no me he presentado, me llamo César y soy de cuarto año- Dijo mientras me sonreía, de verdad que era el chico más guapo del colegio o al menos es el primero que conozco.

-Miranda, mucho gusto, debo irme.

Mientras me iba él me seguía, me agarro por la cintura y me volteó hacia él, podía sentir su respiración cerca de la mía.

-Miranda, pásame tú número, a una jovencita como tú no hay que perderle el rastro- Dijo con una voz un tanto coqueta.

Por supuesto que le pasé mi número, pero jamás imaginé que aquél chico guapo de la universidad, poco a poco se iría convirtiendo en algo más que solo un conocido, mucho menos creí que realmente iba a comunicarse conmigo después de ese día.