Mía, siempre mía. Sesshomaru y Kagome (Sesshome)

Capítulo 7: Inuyasha.

Una vez que llegamos a la habitación, que no estaba muy lejos de la cocina, lo que para mi era una gran privilegio ya que soy de las que se levantan a las 3 de la mañana con hambre y como lo que encuentro, especialmente si es dulce, o también puede que cocine, volviendo al tema de la habitación, al llegar Katsumi entró conmigo y lo primero que hizo fue dirigirse al armario, el cual era enorme.

-Señorita Kagome, ¿cuál es de su agrado?- preguntó Katsumi mirando la gran cantidad de vestidos que colgaban en el armario.

-¡Wow!- mi mandíbula hubiera caído al piso sino estuviera pegada a mi cráneo.

-Sí, lo se, son pocos vestidos para una Lady, pero el amo Sesshomaru, ya ordenó que te confeccionaran más.

-Katsumi, si esta es tu definición de poco, no me quiero imaginar que es mucho para ti.- ella rió- En serio, esto es muchísimo, tendré que hablar con Sesshomaru para que no me hagan más vestidos, preferiría otras prendas.

-Señorita Kagome, ¿qué vestido va a usar para la cena de esta noche?

-¿Es un momento muy formal la cena, Katsumi?- ella negó con la cabeza.- Entonces usaré esté.- Señale uno sencillo,  el más sencillo de todos los que estaban ahí, era de color celeste, el largo llegaba un poco más abajo de la rodilla, de manga larga color blanca, con un cinturón blanco con un moño del mismo color, realmente era hermoso.

-De acuerdo, voy a preparar agua caliente para que puedas bañarte, también voy a dejarte algunos aceites- yo asentí y me senté en la cama a esperar que todo este listo.

Katsumi, salió y entro dos veces, la primera vez entro con un montón de botellitas de vidrio llenas de diferentes aceites florales y la segunda vez con un gran balde de madera lleno de agua caliente, lo sabia por el humo que despedía, la verdad no podía creer que ella pudiera levantar algo tan pesado como eso, pero luego recordé que aunque se vea igual a mi, ella es un demonio.

Una vez que termino de preparar todo, salio para yo poder bañarme, pero antes de entrar al baño agarré de mi mochila el shampoo, acondicionador y el jabón que siempre traigo. Al sumergirme en la bañera el agua estaba tan cálida que todos mis músculos se relajaron al momento, esa sensación de calidez era tan exquisita que sólo quería sentarme ahí hasta que el agua se enfriase, pero no podía, quizás otro día lo haría, pero ahora necesitaba bañarme para después cenar con mi amado demonio.

Suspire... mientras cerraba los ojos y recordaba el beso que nos habíamos dado en ese jardín, ese beso tan suave, tan romántico, tan apasionado, que daban ganas de hacer... ¡No! Pensé al momento que mis intenciones iban para otra dirección, este no era el momento de pensar eso, así que termine de bañarme rápido y salí.

Me cambié y dejé entrar de nuevo a Katsumi para que me ayudará a arreglar el cabello. Ella colocó sus manos sobre mi cabello y empezó a secarlo.

-¿Katsumi, como haces eso?- pregunté sorprendida, era como tener una secadora de cabello.

-Mi don, por asi decirlo, es el fuego, solo paso un poco de calor a mis manos y eso es todo.

-¡Increible!

Una vez que terminó me peino el cabello en una cola alta, dejando solo mi flequillo suelto,  maquillo mis labios con un rosa muy pálido, casi no se distinguía y delineo mis ojos con negro.

-¡Se ve hermosa señorita Kagome!- sonreí en respuesta a su cumplido- Ahora vayamos al comedor.

Al llegar, no había nadie, solo estaba yo, en la mesa había dos platos, uno en la punta y el otro a su derecha, supuse que Sesshomaru llegaría unos minutos más tarde que yo, así que decidí esperarlo.