CAPITULO 24

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BEATRIZ

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BEATRIZ

- ¿Sucede algo? - Lo primero que pregunto al notar a todos charlar por lo bajo y muy intrigante, una vez en nuestro piso y previamente de haber tomado serias respiraciones consecutivas para tranquilizar mi acelerado corazón por todo lo ocurrido en el baño.

Tomo asiento en mi escritorio mientras lo hago, mirando curiosa a mis compañeros y disimulando mi ansiedad, acomodando unas carpetas.

Uno de los gemelos del otro lado de mi mesa y haciendo rodar su silla con las rueditas de su eje hasta mi lugar, se acerca a modo enigmático.

- ¿No te enteraste, Beto? - Niego sin entender y mirando a todos que, se ve ante lo que sea que se enteraron, es jugoso el chisme y me observan expectante para saber que pienso.

Santiago señala la oficina totalmente cerrada con el gladiador dentro.

- Por la red oficial de la editorial, alguien infiltró la noticia hace momentos... - Sus ojos claros vuelven a ir a la oficina del jefe y luego a mí, para susurrarme bajo. - ...que se lo encontró a Cael en el baño de hombres en una situación extraña y... - Eleva sus dedos, estilo "comillas en el aire." - ...comprometedora y muy sexual con otro activo, dentro de uno de los cubíc...

Palidezco.

- ¡Qué! - Ni siquiera lo dejo terminar.

Ponerme de pie de golpe y mi grito, ganan a mi cerebro de frenar esa acción.

Y hasta mi chillido sé, que sonó por demás femenino por olvidar completamente que soy Betito.

Carajo.Carajo.Carajo.

No puede jodidamente, estar pasando todo esto.

Y más carajo, que por mi actitud silencio se hace por los chicos que desde sus lugares me miran sin gesticular como decir algo, ante la súbita exclamación masculina o no mía.

No tengo idea como justificarla.

Pero en ese preciso momento y volteando todos por el sonido, la puerta de la oficina se abre por Cael que arrastrando su saco de vestir, sale sin siquiera mirarnos en dirección a la salida del piso para tomar con urgencia el ascensor.

Santa mierda.

¿Pero qué, está pasando?

Solo me limito después, a mirar a la puerta de la oficina que quedó suspendida y algo tambaleante yendo y viniendo por la fuerza del gladiador y me permite ver y no, a Fresita dentro muy tranquilo.

Achino mis ojos.

¿Y sonriente?

Sin dejar de abanicarse, relajado en su interior.

- Creo, que él ya lo hizo... - El otro gemelo murmura, rascando su pelo con su bolígrafo.

- Nunca lo sospeché. - Prosigue Matías, recostándose más en su silla pensativo. - ¿Será verdad?

¿Es o no es?® [COMPLETA] [+13]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin