25 de noviembre 2011

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Extraño los momentos en los que no tenía preocupaciones, en los que la vida era un sueño y todo lo que soñaba lo podía imaginar, haciendo de las cosas imposibles algo posibles.

Recuerdo aquellos momentos en los que corría detrás de una pelota; que las palabras jugar y deberes eran casi sinónimos.

El tiempo pasa tan deprisa que en un abrir y cerrar de ojos estoy frente a mi futuro; ahora corro de un lado a otro para llegar al trabajo, la palabra juego sólo trae buenos recuerdos y los deberes se convirtieron en el centro de mi universo. 

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Y. Dueñas

Todo es... efímeroWhere stories live. Discover now