Capítulo I: En el Antiguo Egipto

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Ella vivía en las afueras de Egipto, con una antigua secta de Hechiceras; buscaban conocimiento, y la pequeña Lapis viajaba con ellas

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Ella vivía en las afueras de Egipto, con una antigua secta de Hechiceras; buscaban conocimiento, y la pequeña Lapis viajaba con ellas.

Por las antiguas historias que contaba su nueva familia, decían que ella llegó como un rayo de esperanza para hacer justicia, para ser alguien importante, además de que, siendo un bebé, perdió a sus padres, la secta la encontró y pronto la acogieron.

—Ya tardamos mucho... ¿Hasta dónde es?

—Es aún más lejos, si sigues preguntando cada dos minutos tendré que hacer que camines fuera de esta carreta. —Decía firme la mayor de nombre Ramla.

—Perdón, perdón, no era mi intención. —Sonrió— Sinceramente, estoy emocionada, ¡Jamás habíamos ido al palacio!

—Ya te dije que no vamos ahí.

—Bueno, tal vez en el futuro lo lleguemos a visitar, ¿No?

—Lo dudo bastante, lo último que queremos son problemas, entiende, Lapis.

—Me disculpo, Ramla.

—Te he dicho que un "Lo siento", "Perdón", o "Disculpa" no sirve. Deja de disculparte.

—Perd—... Está bien.

Ramla suspiró, para su corta edad tenía mucho que decir y hacer, era una niña inteligente a parte, al fin y a cabo le enseñaron bien.

—Lapis, ¿Cómo vas con tu práctica?

—¡Muy bien!, ya puedo cambiar cosas de lugar. —Extendió su mano hacía una manzana que estaba en el suelo de la carreta, la otra mano la llevó a su frente, cerró sus ojos y se concentró. La manzana había desaparecido, después volvió a abrir sus ojos y se emocionó al no verla. —¡Mira! ¡Ya no está!

—Dijiste cambiarlas de lugar, no desaparecerlas, ¿Dónde quedó?

—Ahhhh...

Pronto cayó en la cabeza de Ramla la manzana desaparecida.

—¡Ahí está!

—Lo único que te hace falta es saber dónde quedará el objeto, no solo desaparecerlo.

—Mejor eso a nada, ¿No lo crees? —Ramla revolvió el cabello de Lapis bromeando con ella. —¡Hey!

Pero no todo podía ser divertido y bromas.

Para ese momento los Artículos del Milenio ya se habían creado, el Faraón era Aknamkanon, y su hijo era Atem. Lapis y él compartían la edad, pero ninguno sabía de la existencia del otro.

Los Artículos se habían creado para traer la paz a Egipto, y que ahí se quedara.

Aknadin, el hermano de Aknamkanon, mandó a las espaldas de él matar a todo aquel que se aproxima a su territorio con poder, además de que, ninguna otra persona que no sea residente de ahí llegaría a estar cerca de la sangre real y su gente, para no manchar el linaje de sangre sucia.
Exceptuar ciertas cosas, como los viajes que hacían otros reyes y gente importante para ver al Faraón y hacer tratos con ellos.
El pequeño grupo que se dedicaba a la caza de esta gente que no pasaba esos filtros se escondían del conocimiento público, nadie sabía que existía, solo Aknadin, él era quien lo dirigía, y nunca rebasaba el total de treinta hombres, debía ser pequeño para no llamar la atención, y mucho más del Faraón.

En esta vida | Primera Parte [ Atem / Yami Yugi | Seto Kaiba ] ( Yu-Gi-Oh! )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora