XIX (Blake)

2.1K 145 0
                                    

La última semana y media había sido una tortura. Apenas dormía, apenas comía y me la pasaba todo el rato en el pasillo del hospital cuando Tank o Nancy se encontraban allí y cuando ellos se iban durante un rato entraba en la habitacion. Siempre que venía solía traer algún sándwich y algo de café para quien se encontrará en la habitación. Tank se había encargado de que Alexa tuviera una habitación grande e individual para que estuviera cómoda pero ella aún no había despertado. Cuando regresé al hospital para traer a Nancy la habían inducido a un coma ya que su cuerpo estaba demasiado débil y necesitaba poder sanar. Los médicos eran optimistas pero nos dijeron que había una mínima probabilidad como en todos los casos de que nunca despertara y con la seriedad de lo que seguramente habia pasado todos creiamos que esa probabilidad subiera.
Era pronto por la mañana cuando llegué al hospital y al entrar en la habitación encontré a Nancy sentada en el sillón pero con su cabeza apoyada en la cama al lado de las piernas de Alexa. Cerré la puerta con mucho cuidado para no despertarla pero desde que su niña estaba en esa cama esta se despertaba al mínimo ruido.
- Buenos días Nancy, traje café.- dije dándole una media sonrisa- algún cambio?
- Muchas gracias Blake. Ninguna, aunque los médicos dijeron que estaba mejor y que si seguía así, intentarían que respire por si misma y eso sería una buena noticia.
Se notaba que estaba cansada ya que seguramente no habría dormido demasiado con todas las personas que entraban en la habitacion a lo largo de la noche.
Había pocos días en los que me había quedado a la noche en la habitación y no había conseguido dormir ni un segundo. No quería que pasara algo y no despertarme, ese era mi mayor temor. Tenía ganas de que despertase y ver aquellos ojos que tanto me gustaban, esa sonrisa que hacía que cualquier persona, hasta el que estaba mal humorado sonriera, la manera en la que fruncía su nariz cuando estaba de mal humor, quería verla despertar y causar caos, quería que todo fuera como antes, pero para eso habría que esperar y solo quería que el tiempo pasara rápido.
                                      ***
La semana pasada desconectaron a Alexa del respirador y volvió a respirar por si sola. El doctor dijo que eso era buena señal y que tras ver cómo iban los resultados, su cuerpo estaba casi sanado y en cualquier momento podría despertar. Cuando Nancy me dijo aquello solo pude abrazarla fuertemente porque esa era la mejor noticia que podían darnos.
Tank por su parte apenas me hablaba ya que solo se enfocaba en su hija y en algunos temas del club y así lo dejaba, sabía que tenía mucha presión sobre el para volver completamente a la presidencia o si no los demás clubes empezarían a hablar y los obligarían a votar para ver si Tank tenía aún el apoyo de los chicos o elegían a un nuevo presidente para el club.
Ahora me encontraba en la habitación mientras Nancy había ido a casa a darse una ducha y descansar antes de volver por la mañana. Estaba hablándole, como si estuviera despierta, eso decían que ayudaba mucho ya que segun los medicos las personas en coma eran consciente de lo que pasaba a su alrededor. Le decía lo que la necesitaba y como todos la echábamos de menos. Como Tank se había ablandado por la situación en la que estaba y que necesitaba despertar para que pudiera volver a ser el mismo malhumorado de siempre. Necesitaba despertar porque el mundo parecía haberse derrumbado desde que desapareció y aún más cuando la tiraron como si fuera basura en la puerta del club.
Ese día se repite en mi cabeza una y otra vez. No podía quitármelo de la cabeza, quería borrarlo pero necesitaba encontrar a los tipos y matarlos por lo que le habían echo a Alexa. Aún era una niña y eso me enfurecía.
En el tiempo que había estado fuera aprendí que había sido su cumpleaños, dieciocho, la mayoría de edad, era adulta, pero tumbada en esta cama con los ojos cerrados, aún parecía una niña a la que teníamos que proteger, y lo haría, con mi vida si fuera necesario pero me aseguraría de que estaba a salvo desde que despertase.
Las noches eran duras, las enfermeras iban y venían a cada rato, mirando los monitores y apuntando cosas, de vez en cuando administrando medicamentos. Yo preguntaba para poder contarle a Nancy o Tank lo que las enfermeras habían hecho por las noches, no quería dejarme ningún detalle fuera por mas minimo que fuera.
Sentía que las cosas pronto mejorarían y que Alexa despertaría. Tank y yo teníamos preguntas, los dos habíamos visto la gran quemadura y las cicatrices antiguas que tenía en sus piernas y la primera noche hablamos sobre ello. No sabía si el se había fijado, al principio, que luego me aseguro que si, pero yo me había fijado en cada una de las marcas, nuevas o antiguas que estaban en su pequeño y frágil cuerpo. En el tiempo que llevaba en el club y en la familia, nunca le había visto llevar un pantalón, falda o vestido que dejara al descubierto esa parte de su cuerpo, y ahora me preguntaba si lo hacía a propósito, para ocultarlo de los ojos de todo el mundo, no queriendo responder ninguna pregunta. Me imaginaba que podía haber sucedido en su pasado para que acabara así, sería aquello uno de los motivos por el que estaba en aquel lugar y no con su familia? Había muchas preguntas en mi cabeza, preguntas que no tenía derecho a hacer, tampoco estaba en la obligación de recibir respuesta alguna pero moría por saber quien la había echo sufrir de aquella manera, porque eso parecía una quemadura y no tenía pinta de que hubiera dolido poco, es más parecía que hubiera dolido más que estar en el mismísimo infierno.
- Buenos noches.- escuché que dijo una enfermera en tono bajo al entrar.
Le di una pequeña sonrisa mientras la mujer de mediana edad iba a la máquina de Alexa y miraba sus constantes vitales.
- Esta niña es muy fuerte. No se que habrá pasado pero no muchas personas hubieran sobrevivido por lo que sea que ella a pasado. Es una luchadora.
Sin esperar a mi respuesta se fue, y era verdad, no sabíamos por lo que había pasado, pero esos cortes en sus muslos y sus palmas, las quemaduras y todos los golpes que estaba claro que había recibido eran señal de haber pasado por un infierno sin hablar de que seguramente apenas le habían alimentado porque estaba desnutrida y deshidratada cuando llegó, fue lo que más preocupó a los doctores.
En mi mente iban y venían imágenes de lo que podía haber sido su estancia en una pequeña habitación, a oscuras y sucia. Golpeada y humillada por tanto tiempo, seguramente preguntándose donde estábamos y porque no la sacábamos de allí. Se había preguntado alguna vez si nos habíamos rendido y habíamos dejado de buscarla? O el pensar que estábamos ahí fuera buscándola le había dado la fuerza suficiente para poder luchar y aguantar?
Estaba dando vueltas de la habitación intentando calmarme pero no lo conseguía así que salí a fumar un cigarrillo y tomar un poco el aire. No quería dejarla sola pero ahora mismo mis pensamientos negativos estaba seguro que no le venían bien, ya que según los doctores ella notaba lo positivo y lo negativo y para ella lo positivo era lo que haría que se despertara antes.
No tarde más de diez minutos desde que salí hasta que regrese rápidamente, pero ella aún seguía ahí, tumbada y con los ojos cerrados, respirando lentamente.
Ahora más calmado, me senté en el sillón que había sido movido hasta el costado de su cama y sujete su mano entre mis dos manos notando que ya no estaba tan fría como solía estar y recosté me cabeza en la cama justo junto su brazo.
El día que llegó al hospital estaba algo fría y eso me había asustado pero poco a poco junto con su recuperación había no sólo ganado algo se color, sino que su temperatura corporal estaba volviendo a la normalidad.
Estaba medio dormido cuando noté un pequeño movimiento y abrí los ojos rápidamente, mirando a Alexa e inspeccionándola pero ella parecía estar exactamente igual, pero rápidamente fui a hablar con las enfermeras que vinieron a ver que pasaba, pero después de revisarlo todo, me aseguraron que seguramente había sido un reflejo de su cuerpo o que incluso podía habérmelo imaginado, que era común en gente cercana a pacientes que se encontraban en coma que imaginasen que el paciente había movido o apretado su mano.
Me sentí el hombre más estúpido del planeta en aquel momento y me disculpé con ella por hacerlas venir pero hubiera jurado que había sentido un pequeño movimiento.
Volví a posicionarme como antes y cerré los ojos imaginándome que todo esta situación no era más que una horrible pesadilla quedándome dormido hasta el amanecer.

Adoptada Por Los Demon MCWhere stories live. Discover now