Me enamoré de ti por tu música.
Desprendías música. Eras mi melodía favorita. Siempre tarareando, siempre silbando, siempre con un audífono listo para prestármelo.
Tu repertorio era digno de estar en un museo sin lugar a duda. Conocías las canciones más populares de todas las épocas, pero también te sabías aquellas que se habían compuesto en el garaje más recóndito del mundo. No te gustaba encasillarte en un solo género, pero eso sí, tomabas sólo lo mejor de cada uno. Y no digo que criticaras los gustos de otros, pero tenías tu propia métrica selectiva y meticulosa para agregar una melodía a tu lista.
Tenías la canción adecuada para cada momento. Como cuando te dije que adoraba a The Killers, y en mi partido de voleibol, cuando viste que ya no podía más, te bajaste de las gradas con una bocina y empezaste a reproducir Mr. Brightside para animarme. Todo el mundo se nos quedó viendo, pero no importaba, porque tú sólo me veías a mi.
Me enamoré de cuando dijiste que algunas canciones de Coldplay eran demasiado tristes y empezaste a cambiar la letra. Te quedaron geniales, porque sólo hablaban de amor. De amor hacia una chica.
Y yo creí comprender que estabas enamorado... De Abby.
Así que te dije que le compusieras una canción. Tú frunciste el ceño, pero lo hiciste, y funcionó.
Abby quedó perdidamente enamorada de ti. Y se hicieron inseparables...
Después me contaste que habías aprendido a tocar la guitarra. La cargabas contigo por toda la escuela y no desaprovechabas la oportunidad para tocarla en cada descanso. Y yo, me enamoré de verte concentrado tocando cada acorde, cada nota. Era como si tus dedos se fusionaran delicadamente con las cuerdas.
Me enamoré de tu ritmo. Cuando te dije que quería aprender a tocar la batería y nos colamos a escondidas al salón de música. Tú nunca habías tocado un tambor, pero en menos de diez minutos, ya eras un clon de Ringo Star.
Empecé a soñar contigo, ayudándome a sostener las baquetas para poder hacer cada beat. Pero me despertaba triste, había algo que me faltaba, porque no me di cuenta de que...
Me enamoré de ti por tu música.
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Me enamoré de ti, ¿por qué?
Short Story¿Cómo llegué a este punto?, ¿cómo dejé que tuvieras tanto poder sobre mí? Quiero entenderlo todo, porque tal vez si lo hago, pueda conocer el porqué de lo que estoy a punto de hacer, el porqué de esta idea descabellada... Tal vez pueda seguir adelan...
