Me despierto sobresaltada por el sonido estridente de mi despertador. La luz ya entra a través de las cortinas de mi habitación y tengo que cerrar los ojos un momento para acostumbrarme a ella.Echaré de menos despertarme tarde y no tener nada que hacer en todo el día. Parece que fue hace un par de semanas cuando acabó el curso y me apena demasiado que solamente queden 15 días para volver a la misma rutina de cada año.
Finalmente, decido levantarme de la cama después de haber atrasado el despertador unas cuantas veces y de haber estado mirando el móvil unos 20 minutos.
Salgo de mi habitación tranquilamente pensando en las deliciosas tortitas de chocolate que haré para desayunar cuando escucho a mi madre hablar por teléfono con alguien.
Sigo caminando hacia la cocina y oigo como ella pronuncia mi nombre a la persona con quien habla.La verdad es que no soy una chica demasiado cotilla, pero me pica la curiosidad y decido escuchar sigilosamente la conversación entreabriendo la puerta para observar a la vez a mi madre.
Está apoyada en una columna de la habitación y tiene el móvil pegado a la oreja. Primero permanece callada un rato hasta que la escucho volver a hablar:-No. todavía no se lo he contado- sentencia con un tono de voz preocupado- Lo sé, cuanto antes lo sepan mejor, pero no encuentro el momento adecuado para hacerlo.-
Mientras hablaba se enroscaba un mechón de pelo en el dedo índice.
Me parezco mucho a mi madre por fuera, pero me gustaría parecerme mucho más por dentro. Después de todo lo sucedido con papá, sigue siendo una mujer fuerte e independiente y siempre sabe lo que decir en cada momento, a veces la envidio por ello.
Una notificación de mi móvil me saca de mis ensoñaciones.
Desbloqueo mi teléfono con el dedo pulgar y abro el mensaje de Ariana, mi mejor amiga.
Mierda, sabía que algo se me olvidaba. Debía acompañar a Ariana a hacer unos recados y ya llegaba un cuarto de hora tarde. Siempre me pasa lo mismo.Me dispongo a girar sobre mis talones para vestirme rápidamente cuando me encuentro con la cara de mi hermano mellizo de frente.
-¡Joder Caleb!-digo con una mano en el pecho por el susto que me acabo de llevar-
-¿Que haces detrás de la puerta?- responde mirando por una pequeña raya la escena de la cocina-¿Espías a mamá?-
-¿Chicos?-pregunta una voz que sale de la cocina-¿Que pasa?-Caleb y yo entramos lentamente a la cocina mirando la cara extrañada de mi madre.
-No pasa nada mamá, el estúpido de Caleb me ha dado un susto de muerte cuando iba a entrar a la cocina-
-No te hubiera dado un susto si no hubieses estado espiando a mamá a través de la puerta-
-¿Espiándome?-pregunta mamá por lo bajo soltando una risita.
Puesto que mi hermano no parecía dispuesto a preguntar por la llamada telefónica, me decidí a hacerlo yo.
-¿Con quién hablabas mamá? Parecías un poco agobiada.
-No era nada Leah créeme, ya hablaremos después, ahora tengo que ir a trabajar- dijo dándonos un beso en la coronilla a los dos- Hasta luego chicos-
-Adiós mamá- respondimos al unísono los dos
-Por cierto, he quedado con Ariana ahora mismo así que hoy te ocupas tú de hacer la comida y de despertar a Kayla y ayudarla a preparar su mochila para irse a casa de su amiga esta noche ,¡Buena suerte!- dije corriendo hacia mi habitación antes de que él pudiese oponerse.Elegí unos pantalones cortos tejanos y un top color terracota combinado con unas bambas de color blanco que me encantaban. Y salí de casa prácticamente corriendo.
Dios mío Ariana me matará si primero no lo hago yo bajando las escaleras del metro de Nueva York tan rápido.
Cuando llego a la estación, corro hacia la puerta del metro, la cual estaba a punto de cerrarse. Miro el reloj, apresurada: la 13:27. Espero que Ariana no se enfade demasiado.
Ya dentro, me agarro fuertemente al asidero y me dispongo a esperar a mi parada.
ESTÁS LEYENDO
Forbidden Chemistry
Teen FictionLa vida de Leah Brooks, una chica neoyorquina de clase media, da un giro de 360 grados cuando descubre que su madre está saliendo con uno de los más famosos abogados de Estados Unidos y se ve obligada a vivir bajo el mismo techo que su nueva familia...