Miradas del Inframundo [An Under Disney Descendants Story] "TERMINADA"

8. "Lo sabemos"

Se escuchó un ruido, un risita malévola, muy pronto se le sumo alguien más y uno más, creando una estrépita risa malvada que a Hayden le pareció realmente tonta.

Caminó más rápido hasta encontrarse con Las Moiras, se escondió en una esquina, para poder escuchar qué cuchicheaban, quizás era lo mismo que había escuchado antes, lo que Maléfica hablaba con su padre, o simplemente estaban elogiando a este último.

—Esperen, señoras —dijo una de ellas, la más pequeña—. Me parece que nuestra conversación ya no es privada.

Hayden tragó en seco y se dio media vuelta, pero una gárgola la sorprendió haciéndola gritar y caer sentada, ya expuesta a las tres brujas, que aprovecharon el momento para reírse de la chica.

—Hola, princesa —saludó la más alta de las Moiras— ¿Qué haces tan lejos de tu hogar?

—Me perdí —respondió levantándose— ¿Podrían decirme cual es el camino para llegar a...?

—Casa —dijeron las tres al unísono.

—Ajá —dijo Hayden apresurada.

Estar cerca de Las Moiras le ponía la piel de gallina y hacían que esta se tensara y quisiera desaparecer, por ende, cuando estaban en reuniones con su padre, Hayden pasaba la mayoría del tiempo arriba, en La Isla, ignorando completamente la existencia de las brujas, distrayendo su mente, creyendo que podían estar hablando de ella y de su pasado, presente y/o futuro.

Le aterraba, pero es algo que nunca diría en voz alta.

—Lo sabemos —dijo una.

—Pero antes —continuó la del medio.

—Tenemos un par de cosas que contarte —terminó la más alta.

La chica mordió su labio inferior, uno de sus temores más grandes era que Las Moiras le dijeran algo que pudiese perjudicarla o ponerla en peligro ¿No era suficiente castigo con ser una simple mortal? Hasta su hermano mayor podía tener el cabello de su padre, ella a veces se quemaba con su propio mechón.

—Yo no quisiera...

—¡Claro que quieres! —saltó la más alta— Y si, sabemos que hace ella aquí.

—Se refiere a...

—¡Esa misma! —dijeron las tres nuevamente en unísono.

La Moira más pequeña se sacó el ojo de su sitio, Hayden hizo una mueca de puro asco, creyendo que estaba a punto de vomitar pero todo eso se fue cuando colocaron el mismo a levitar, ahora mostraron un par de imágenes, de una niña con cabellos azules, dominando llamas gigantescas, viéndose imponente y poderosa.

Esa niña era ella.