Miradas del Inframundo [An Under Disney Descendants Story] "TERMINADA"

24. La Voz de la Razón

La última vez que corrió tan rápido en su vida fue cuando evitó que un pedazo de techo le cayera en la cabeza, ahora sentía que corría más rápido que eso.

Si, los villanos podían huir, porque en ciertas ocasiones (es decir, en todas) los héroes llegaban a ser un tanto (mucho) más fuertes que ellos.

Invencibles, en casos especiales.

Pero ¿Un villano huir de otro villano? ¡No! Tienes que ir, enfrentarlo y enseñarle quién es el líder de todo lo malo aquí.

Se le llama: Regla del más fuerte.

Sin embargo, considerando que, a quien debía enfrentar para demostrar que era la líder era a su propio padre, el mismísimo dios de absolutamente TODO lo oscuro, ella a su lado parecía que dibujara arcoíris.

—Por todos los dioses —jadeó Hayden al detenerse, estaba agotada—. Si así demuestras que eres la más fuerte, con razón papá prefiere a Mal.

—Mal también huyó —dijo una voz, como un eco en las paredes— ¿Sabes lo que realmente te hace diferente a ella?

—¿Que yo me visto de azul? —preguntó dubitativa.

Luego se dio cuenta de que posiblemente estaba hablando con un fantasma y todo su cuerpo se congeló.

No es que se asustara, para nada, porque si así fuera, hubiese vivido muerta de miedo en su estancia en el Inframundo.

Lo que realmente la alarmó fue que, si aquello era un alma, significaba que estaba cerca de casa, su verdadera casa y por consiguiente, cerca de Hades.

—Por amor a todo lo malvado —dijo cerrando fuertemente lo ojos—. Dime que no estoy ni una cuarta parte cerca del Inframundo.

El alma soltó una risita y luego se manifestó frente a ella, era un chica, con vestido amarillo y zapatillas azules, acompañada de un lindo collar en forma de rosa, incluso le hizo recordar aquella flor que nació justo debajo de la casa Gothel.

—No estas ni cerca de ello —dijo la chica sonriente.

—Entonces ¿Quién eres tú y por qué estás tan lejos de mi padre?

—No estoy muerta, Hayden —replicó el alma—. Más bien soy como una voz de la razón.

—Ah, ya —dijo de manera escéptica—. Excelente, Hada Madrina, cuéntame ¿Cómo salgo de aquí?

La chica frunció el ceño y se acercó flotando a Hayden quien, se alejó un poco, la miró de arriba a abajo, miró su cabello, dio una vuelta entera para verle completa, luego sus pies tocaron el suelo, se arregló el vestido y respiró hondo.

—Cuando me vaya, veras dos caminos al frente tuyo —explicó—. Por nada del mundo debes tomar el de la izquierda, claro, si es que no quieres ver a tu papá lanzando mil demonios al cielo jurando que tu perro se comerá a todo el que se asome.

—¿El de la derecha a donde me lleva, Hada Madrina? —parpadeó Hayden varias veces como las princesitas.

—A Casa —respondió tranquilamente—. Y no, no me refiero a la Isla o Al Inframundo.

—Entonces...

La chica sonrió nuevamente y volvió a flotar, Hayden sintió por un momento que la conocía, le parecía muy familiar, incluso le encontró cierta similitud con... no, era, absurdo... ¿O quizás sí?

—¿Casa? —preguntó incrédula.

Escuchó algo de repente, un ladrido, luego uno más y otro más, tragó la bilis, sabía de quién se trataba.

—Escucha —dijo el alma tomándola de los hombros—. Sé que es un poco extraño que se aparezca una princesa de la nada y te diga qué camino tomar, lo sé, incluso yo estoy confundida por estar aquí —explicó—. Pero no permitas que Cerbero te lleve con tu papá, algunos hechizos de poder pueden cegarte y créeme que lo que verás al cruzar por la derecha será la mejor sensación del mundo, todos estarán felices de verte. Ahora corre.

—Yo, uhm, no estoy entendiendo nada, como cosa rara —dijo Hayden con el ceño fruncido y un tremendo dolor de cabeza—. Pero gracias.

Así fue como una vez más salió despavorida directamente al camino de la derecha, se detuvo en seco y volteó a ver al alma, se preguntaba internamente si tenía algún nombre.

—Astrid —respondió la chica.

Hayden le dedicó una sonrisa de medio lado y luego siguió corriendo.

En medio de su segunda huida se preguntaba a quién se refería la princesa con "todos estarán felices de verte".

Por un momento sus pensamientos fueron invadidos por Carlos y Jay.