▲Capítulo 1▲

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Me despierto exasperadamente como consecuencia del estridente sonido que retumba por toda mi habitación, la alarma de mi móvil haciendo acto de presencia me evade de mi satisfactorio descanso y me obliga a levantarme finalmente de la cama. Aún me cuesta ligeramente abrir los ojos, ya que los impertinentes rayos de sol se consiguen abrir paso por mi ventana y alumbran el cuarto en su mayor parte. Me llevo las manos a la cabeza tratando de desenredar mi pelo en la medida de lo posible; dormir tantas horas causa estragos en mi cabello. Exijo a mis piernas que caminen hasta el baño a pesar del cansancio que traen consigo, por suerte éste se encuentra dentro de la misma habitación y prácticamente no tengo que esforzarme para llegar. Observo mis rizos castaños en el espejo,  enredados unos con otros;  de nuevo intento deshacer todos los nudos de mi pelo, aunque esta vez con uno de mis peines gruesos,  recorriendo su longitud, sin embargo no consigo realizar mi tarea sin darme algunos que otros tirones que me hacen expresar varias muecas de descontento.

—¡Jenna, levántate ya! —exclama Bridget, mi hermana mayor. Llevamos viviendo solas dos meses a causa de un viaje de emergencia que han tenido que hacer nuestros padres a Vancouver, ahí es donde vive nuestra tía Bonnie. Casi no nos han dado detalles específicos sobre el motivo por el que han tenido que marcharse tan repentinamente, lo único que sabemos es que nos quedan cinco meses en los que conviviremos nosotras solas hasta que vuelvan.

—¡Estoy despierta! —le respondo comenzando a arreglar mi pelo, ya de manera seria y ayudada por mi plancha Revlon, continuamente me maquillo de forma bastante sencilla y me dirijo al armario, del cual saco los primeros vaqueros ajustados que veo y un jersey negro holgado a la par que cómodo.

—Baja a desayunar, corre —me insiste Bridget, asomando la cabeza por el marco de la puerta.

—Dame cinco minutos —le digo acomodando mis pies dentro de mis Vans negras.

Me observo de nuevo en el espejo del baño y gesticulo una sonrisa ladeada, conforme con lo que veo, sin embargo, aún se puede percibir la pereza en el reflejo de mis ojos castaños, los cuales desentonan notablemente con la tonalidad de mi tez blanquecina.

Suspiro unánime y me cuelgo la mochila a la espalda. Comencemos el nuevo curso.

Bajo a paso ligero las escaleras y en el último escalón de éstas doy un pequeño traspié que me hace tambalearme un breve instante. Tras erguirme por completo de nuevo  emprendo camino a la cocina, donde veo las manazas de mi hermana inmiscuyéndose en mi desayuno; un tazón de cereales con leche bien fría y un pequeño batido de chocolate para el camino, como estoy acostumbrada a que haga mamá.

—No se te da nada mal —le confieso antes de comenzar a devorar mi tazón.

—Le estoy cogiendo el truco —ríe acomodando su melena morena a su espalda.

Bridge está demasiado acostumbrada a responsabilizarse de mí, ella es la mayor de nosotras, cierto, pero no me gusta pensar que de alguna manera puedo resultar una carga, es por eso que en muchas ocasiones trato de arreglar la mayoría de problemas yo sola, pero ese instinto que ha desarrollado para adivinar cuando algo no va bien lo impide. Dice que así está bien, que ella debe encargarse de todo lo que ocurra, pero el hecho de que lo vea como una obligación me hace cuestionarme si le quedará tiempo para pensar en ella y no tanto en mí. Últimamente lo único que hace es trabajar y pagar facturas, ojalá yo no fuera un desastre de persona que necesita supervisión constante, de esa forma Bridge podría relajarse un poco.

—¿Has terminado ya? —escucho que me pregunta, aunque apenas consigo prestar atención a lo que me dice. —Jenna…

—Sí, sí, ya terminé.

Collateral → Luke HemmingsWhere stories live. Discover now