Tal vez en otra vida.

Capítulo 5: "Cita"

El café estaba más delicioso de lo usual. Nada como aquel líquido caliente por las mañanas, como una especie de combustible para empezar el día. Caminó por el pasillo con la taza humeante en su mano. El silencio reinaba en la casa y le agradaba.

Pasó por el cuarto de su hijo, la puerta estaba abierta, dio una ojeada y se detuvo al ver a Shikamaru frente al espejo.

Parecía estar un poco indeciso con la imagen que el reflejo le mostraba. Eso era extraño pues él jamás tenía en cuenta esos detalles.

Entró sin más en la habitación.

-¿Qué sucede Shikamaru?-.

El nombrado dio un pequeño salto de sorpresa. -No es nada-. Trató de disimular la situación aunque sabía que era inútil pues su padre era demás de inteligente y seguramente ya entendió lo que sucedía.

Shikaku sabía que era mentira pero lo dejó pasar. Y anticipando la respuesta se atrevió a preguntar. -¿Vendrás a comer?-.

-No. Saldré con un amigo-.

-Si, un amigo-. Mostró una débil sonrisa. Pero fue suficiente para hacerle entender a Shikamaru lo que quería decir entre líneas.

-Ts. Que fastidio-. Empezó a irse y se detuvo en la puerta. -No se lo digas a mamá. Sabes como es-. Si su madre llegaba a enterarse que su pequeño hijo estaba teniendo siquiera una casi cita con alguien, seguramente haría lo imposible por descubrir con quien.

-Yo no vi ni sé nada-. Se selló la boca con los dedos pulgar e índice.

Shikamaru salió sin más con las manos en el bolsillo. Cualquiera que se cruzara con él lo vería como un chico despreocupado y con poca energía. Y la mayor del tiempo era exactamente así. Mas no en esos momentos.

¿Qué se suponía que debía hacer en una cita? Había leído acerca de ellas y las había visto en televisión pero estar en una era completamente distinto.

¿Deberian ir a un restaurante? ¿Uno refinado o más casual? O tal vez podrían optar por una cita en el parque de diversiones. ¿Y qué tal llevarlo a conocer lugares turísticos? ¿Que tal sentarse en algún parque? ¿Cine? ¿Comida en casa? ¿Caminata?

Cientos de posibilidades se creaban en su cabeza. Una cualidad que podía volverse una maldición en situaciones como esta. Pues así como caminos se abrían, sus posibles resultados negativos y positivos también.

Quería que la velada le diera a entender al rubio lo que significaba para él. Pero tampoco quería verse muy invasivo y apresurado. Era todo un fastidio.

Todo el camino fue planeando todo. Que decir y que no. Sobre que preguntar para que no se crearan silencios incómodos.

Entonces lo vio y todo lo planificado se esfumó en menos de un segundo.

Aquel rubio de ojos azules estaba sentado en un banco a no más de 10 pasos. Miraba al suelo balanceado sus pies al no poder tocar el suelo.

Sonrió al ver aquella imagen tan tierna. Naruto lo miró a los ojos y sonrió también mientras levantaba la mano derecha saludando de forma un poco exagerada.

Shikamaru trataba de recordar lo que había planeado pero nada se le venía a la cabeza. Empezó a caminar hacia el rubio quien lo recibió con un abrazo.

-¿Hace mucho que llegaste?-.

-Claro que no. Tal vez hace unos 5 minutos. Tengo que ser honesto, pensé que llegarías tarde por lo perezoso de tu andar-. Empezó a reír.

-Ts. Que fastidio-. Se pasó la mano por la nuca. En realidad había venido algo apresurado, no quería quedar mal en su primera cita. Preguntaba cuán seria la reacción del rubio al saber esto.