end ;; me

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Han pasado días, podría decir que toda una eternidad, ¿dónde está? ¿por qué no viene a mi? ¿me odia? ¿qué le sucede?

Un montón de preguntas se atoran en mi garganta y no puedo pronunciar ninguna de estas, después de todo no tengo a quien. Mi mente divaga entre tantas posibilidades del porque no puedo verlo desde el ultimo día que estuvimos en mi nueva casa. 

El fin de semana había pasado tan bien, como le dije, no se alejo de mi, incluso lo vi sonreí un poco, aunque parecía una sonrisa falsa sonrió para mi, algo que no recordaba haber visto antes, todo marchaba bien a mi punto de vista pero, a pesar de que odiaba pensar en ello, parecía que él no lo veía de la misma manera. 

Fui a trabajar, hice todo que normalmente hacia y estaba acostumbrado a hacer, incluso KyulKyung había estado conmigo, pasó por alto lo de la ultima vez y no habíamos mantenido una vida sexual activa.

Realmente sentía que había pasado un largo tiempo, meses incluso pero tan sólo habían sido dos jodidas, estúpidas y desesperantes semanas sin poder verlo ni un puto minuto, ni uno solo y ya estaba muriendo por dentro. 

El pecho me dolía, no sabía que podía doler de esa manera y es que cada vez que pensaba en él, incluso siendo la más mínima cosa, me entraba algo tan pesado al cuerpo que no podía ni moverme. Al la noche no dormía, no podía, a penas podía estar inconsciente por mas de dos horas. Estaba destruido, me veía devastado, palabras que habían salido de la boca de cada persona con la que paraba a hablar en el trabajo e incluso en casa, con mamá , ni siquiera recordaba, sólo sabía que tenían razón. Tuve miedo de verme en el espejo, hasta el noveno día lo confirmé.  

Todo esto me tenía inconforme, incluso me pregunte a mi mismo por qué me encontraba de esta manera, después de todo yo mismo me había planteado el hecho de que SoonYoung sólo era alguien con quien me veía para follar, no más.

¿Pero entonces por qué jodida razón tenía que quemar así? 

Ni siquiera me quemaba de la manera deliciosa que siempre hacia cuando lo tenía a mi lado, no me ardía con pasión, con lujuria, tampoco con entusiasmo. Sólo lastimaba, dejando cenizas poco probables de revivir una vez mas. Mi alma me había regresado esos sentimientos envueltos en pecaminosas pero preciadas intensiones sexuales en un devastador momento de vulnerabilidad donde no podía aguantarme a mi mismo. Era como estar dormido, teniendo una horrible sensación de que algo se había perdido de la manera menos posible que pude imaginar. 

Mi desesperación era tanta que había salido a buscarle, incluso había tomado lo documentos de revisión cuando su escuela fue a la empresa para un recorrido, lo busque en la entrada y salida, al menos los horarios que suponía serían, hasta había esperado dos horas esperando ver la adolescente muchedumbre salir de las puertas de aquella institución, y ninguna señal de que él estuviera ahí. Busque nuevamente en los documentos, pensando que tal vez me había equivocado de escuela, pero no, era la misma, estaba parado donde mismo. 

Como ultimo recurso, tomando en cuenta que no iría a casa de sus padres, obviamente porque no quería supieran, menos sospecharan del tipo de relación que llevamos, tuve que acudir a SeokMin, algo que realmente no quería porque me seguían matando esos jodidos celos, cosa que recién conocía pues jamas había sentido celos hacia una persona por otra persona y menos de esta manera tan estúpida e infantil. Fue una perdida de tiempo, pues como había dicho y había decidido creerle, él no sabía nada del paradero de SoonYoung. 

Aún me seguía cuestionando demasiadas cosas, no tuvo porque alejarse de esa manera, menos sin avisar, después de haberlo prohíbo, no podía aceptarlo, no quería hacerlo. 

Y de nuevo pensaba, una y otra vez, que lo necesitaba mas a mi lado, que necesitaba sentirlo mío y que él lo aceptara, que me dijera, que me gritara de la mejor manera posible, que si, que era mío, que me pertenecía, era de mi propiedad... y yo de la suya. 

Me di cuenta que después de todo él tenía el control de mis sentimientos, porque me hacía llegar al éxtasis infinito con sólo sentirme dentro de él pero con no tenerlo a mi lado era la persona mas inservible que podía conocer. 

- Mierda... - 

Me levanto de la cama al escuchar el teléfono sonar sin parar al otro lado de la habitación. Contesto con pereza, maldiciendo a quien está del otro lado de la línea, quien resulta ser SeokMin, con la respiración agitada y la voz temblorosa que de repente me saca de quicio. 

- Lo encontré. -

La llamaba finaliza, mis pies arden, el aliento me falta, el tiempo para y el alma se me sale del cuerpo sin saber con exactitud a donde va, porque lo siento terminar y mi camino a mi propio infierno se abre frente a mis ojos con la invitación completamente obligatoria a entrar entre aquellas enormes puertas llenas en llamas, y desde mi lugar puedo ver como aquella hermosa flor desértica, que anteriormente se había encontrado ardiendo en candentes llamas azules entre el fuego rojo se van apagando, justo frente a mi ojos, entre menos lumbre hay mas marchita se encuentra, está tratándome, está necesitándome, está usándome, está sobe mi, está tomándome, está llamándome, está tocándome, esta usándome, está terminándome... 



HONEY SIN;; MINSOONWhere stories live. Discover now