WattpadRonpa: Despair. [Editando]

"Atzucac"

Antonio no ha vuelto y hemos esperado por diez minutos, Royce seguía gritando sin quedarse sin voz, Hibari solo caminaba unos pasos para visualizar algo, pero se hacía imposible por las murallas de humo de la isla. Yo solo me senté a esperar algo de esperanza antes que brindarla, me estoy aburriendo de que cosas así pasen y tengamos que con Aerin calmar la situación consiguiendo pistas, ahora sabemos que es prácticamente inútil sin visión y sin culpable aparte de la Mente Maestra o Gangsta-Kuma. Lo único que me preocupa es que el posible asesinato haya tomado tan pronto de la ejecución de Charlie, siempre se calman las aguas estos primeros días y luego del incentivo del Oso, la marea se coloca turbia. Bien, supongo que ahora somos Aerin, Royce, Reina, Hyun-Il, Hibari y yo. Seis personas en una mañana. ¡Qué rápido fluye este juego!

— ¡Antonio! ¡Antonio grita si puedes oírme! –Decía Royce ensordeciéndonos con su voz. –Hank, Aerin, Seo... ¡Hagan algo!

— ¿Para qué esforzarme? No tiene sentido. Quizá murió por causas naturales. –Respondió Hyun-Il haciendo enojar a la Baterista.

— ¿Cómo puedes decir eso? Somos compañeros y amigos, ¡harías lo mismo si fuera Eugenee! –Royce golpeó en lo más profundo a Hyun-Il.

— ¿Qué dijiste? –Él se paró y encaró a la chica.

— ¡Hey! Cuidado con ella, quizás tenga razón. –Dije deteniendo la pelea. –Antonio hizo esa travesía por nosotros ya que corrimos por nuestras vidas y quisimos buscarlos.

— ¿Estás diciendo que se perdió por nuestra culpa? –Dudó Aerin levantándose.

— Escucho teorías, pero no hipótesis. –Dijo Hibari desde el puente. –Antonio conoce la isla, no se perdió. Tiene linternas, conoce el camino porque llevamos más de un día en estos lugares. Creo que Gangsta-Kuma se está aprovechando de la situación.

— Upupupu...

Todos escuchamos la voz característica del responsable de todo lo que pasa en estas islas, en la supuesta Academia de la Esperanza y alrededor del mundo. Hibari retrocedió asustado y como si viera tras el humo salió con máscara de gas y traje de radiación amarillo el Oso al que todos tememos.

¡Gangsta-Kuma!

— Upupupu, ¡ya llegó por quién lloraban! –Rió el Oso gánster sacándose la ropa química con sus afilados dientes.

— ¡Yo lloro por Antonio, no por ti! –Dijo de manera extraña la Baterista. –Porque... ¿Por qué no está? ¿Qué le hiciste?

— Yo nada, no le puedo hacer nada a los prisioneros sin la autorización de mi patrón o patrona.

— ¿Patrón o patrona? –Dudé mirando al Oso. –No importa, ¿qué hiciste con Antonio?

— Upupupu, ya respondí a esa pregunta, tontito. –Sonrió Gangsta-Kuma.

— ¿En serio vamos a creer que no le hiciste nada? –Preguntó Aerin poniéndose de cuclillas frente al Oso.

— Creo que reformularé mi pregunta. –Volví a hablar acercándome. –Me pareció extraña tu llegada siendo que no avisaste el anuncio matutino, no nos explicarás de la posible erupción del volcán y no hagas tus apariciones de cualquier punto de la isla, ¿qué pasó, te está fallando algo? ¿Se trata de los que murieron anteriormente?

— Upupupu. Nada de eso pequeño pirómano. Nada de eso. –Gangsta-Kuma dio un gran salto sobrepasándonos a todos quedándose en el centro de la isla. –Por eso vine por ustedes, son los únicos con la respuesta.

— ¿De qué hablas? –Habló Reina quien se mantenía callada todo este tiempo. –Sé un poco más específico.

— Iré directo al grano. ¿Quién rompió todas mis señales de comunicación? –Preguntó alumbrando su ojo marcado.