Prueba 315: Comprar un obsequio

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Nicolás

Es un nuevo día, es sábado en la mañana, el sol brilla, mi teléfono suena sin parar, es el cumpleaños de Jess... Espera, ¡ES EL CUMPLEAÑOS DE JESS!.
Tomé mi teléfono que aún sonaba de la mesita junto a mi cama y respondí sin pensarlo mucho

—¿Nic?

Hem... ¿Sí?

¡Idiota!, ¡¿Dónde rayos estás?!—la voz de Naomi al otro lado de la línea hizo que mis sensibles oídos dolieran

Buenos días para ti también amiga

No estoy jugando, ¿Dónde estás?, Bruno dijo que nos verías en el centro comercial a las nueve

Exacto, no entiendo porque tanto embrollo—exclamé mirando mi reloj y separando el teléfono de mi oreja, sí, aquí viene

—¡Son las diez y media!

Eso ya lo noté, genia

Sólo trae tu trasero al centro comercial, debemos ir a la casa de Miriam a preparar todo antes de llevar a Jess allá

Colgué el teléfono y me dirigí al armario y tomar unos viejos jeans y mis tenis para después correr hasta el centro comercial de la ciudad, Naomi, Emily y Bruno estaban en la entrada con unas bolsas, rayos ¿Y si me han robado las ideas ya?

¡Vaya, hasta que llegas!

—Cierra la boca, enana—sentencie riendo ante su cara de disgusto—¿Qué le han comprado?

—Una camiseta con el escudo de Hogwarts—comentó Emily alzando su bolsa

Yo le compré golosinas, enserio, muchas golosinas, si le llega a dar diabetes, yo no sé nada—exclamó Bruno

La primera edición de Harry Potter y el prisionero de Azkaban— señaló satisfecha Naomi, ella sabe que su regalo será el mejor, bueno, no mejor que el mío

Oigan, ¡Eran todas ideas mías!, ¿Qué se supone que le regale ahora? ¿Un giratiempo? ¿Una Snitch dorada?—exclamé tratando de pensar algo mejor

Obvio no—comenzó Naomi—ya se los compró Miriam

—¿Y qué se supone que debo darle?

—Un beso, créeme que eso sí supera lo nuestro—se burló Emily recibiendo un golpe de Naomi por su comentario

Como sea, ayudenme a encontrar algo, tiene que haber algo más

—Bien, entremos—señaló Naomi

—Podrías comprarle maquillaje

—Jess no usa cosméticos Emily, ella es natural—sonreí estúpidamente

—¿Qué tal un peluche gigante?—Bruno señaló uno y Naomi lo reprendió

—No seas tan básico amor

—¡Oye!, ¿Por qué no la llevas al cine?

—¿Y qué hay de la fiesta, ustedes ahí y nosotros en el cine?

—Sí, tienes razón—Emily se quedó pensando en qué más decir hasta que vimos el reloj en medio del centro comercial

¡Ya es la una!, ¿Cómo rayos se fue tan rápido el tiempo?

—Tenemos que irnos, lo siento Nic, pero tendrás que buscar otra cosa para regalarle, quizás algo que no tenga— algo que no tenga, quizás pueda funcionar

Volví a casa y me duché y cambié para la fiesta, a la cuál ya voy tarde, tomé el obsequio envuelto perfectamente por mi, y por perfectamente me refiero a lo mejor que pude, salí de casa y me dirigí a la de Naomi, el resto de los chicos estarían ahí, junto a otros miembros del equipo de fútbol y un par de chicas que Jess conoció en la biblioteca, lo importante era que no se sintiera sola.
Entré a la casa y todos estaban ahí, y ella, ella es preciosa, más que cualquier otra chica.
Caminé hasta ella y toqué su hombro, volteó y me sonrió, ahg, esa sonrisa.

—Hum, yo—claro, quédate sin palabras ahora, idiota— Felíz cumpleaños Jess—exclamé abrazandola, es tan suave y huele tan bien—toma, esto es para ti—sonreí extendiedole el regalo y ella lo tomó
puedes abrirlo ahora si quieres

—¿Ahora?—preguntó intrigada

Sí, ahora—respondí y con emoción comenzó a quitar el envoltorio del regalo, cuando terminó de abrirlo su rostro reflejó la confusión que sentía

Hum... ¿Química básica para principiantes?—rió al leer el título del libro en sus manos

La vi morder su labio inferior con nerviosismo mientras una canción lenta de Ruelle comenzaba a sonar, estúpida Miriam; bien, si no es ahora, no será nunca, agh, mierda, ¿Y si no siente lo mismo que yo? Quedaré como un idiota, pero no importa, debo hacerlo, quiero hacerlo, me acerqué a ella lo suficiente cómo para que me escuchara

Para que aprendas que no puedes combinar el sodio metálico con agua
sonreí y ella golpeó levemente mi hombro

Eso lo sabía— respondió

Pero dejaste que explotara de todas formas

—En mi defensa, eras el primer chico lindo que recién conocía y no soportaba—comentó

—¿Y ahora me soportas?—dije en un susurro acercandome a ella hasta que nuestras respiraciones se mezclaran

Trato de hacerlo—soltó en un hilo de voz y no pude contenerme más, sin pensarlo mis labios se unieron a los suyos en un tierno y cálido beso, sabe a vainilla y no me sorprende, ella ama la vainilla.
Sentí sus manos rodear mi cuello y con mi brazo izquierdo tomé ligeramente su cintura, joder, no sé porque esperé tanto, es como estar en el cielo.

Nos separamos unos segundos más tarde y Jess evadía mi mirada con la vista en el suelo y las mejillas más rojas que un tomate, tomé su mentón y deposité un corto beso en sus labios antes de hablar

En mi defensa, chica explosión, puedo decir qué tú me sonreiste primero

El lado bueno de ser raraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora