Capítulo 3

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Tom se levanto de su asiento y saludo con su mano hasta que llegamos a la mesa.

-Cooper- dijo tom y abrazo a mi papá.

-perdón por el retraso- dijo mi padre apenado- ya sabes que en esta ciudad tan grande el tráfico es inevitable-.

-no te preocupes- le dijo para después mirar a mi madre- ¿cómo está?- le preguntó extendiéndole la mano.

-¿ya conoce a mi hija?- mi padre me hace una seña para que me acerque- Juliet-.

-No- dijo sin apartar la vista de mi haciendo una pequeña sonrisa- no he tenido el placer de conocerla.

¿Como que no?, tal ves no a fondo pero ayer me presenté contigo y ya tan rápido desaparecí de tu memoria, quería decirlo pero mi padre ya me había advertido.

-soy Juliet- extendí la mano y el solo la estrechó.

Estaba por sentarme cuando Tom me abrió la silla para que me sentara y le agradecí, me puse algo nerviosa porque el se sentaría junto a mi.
Ya habíamos ordenado la comida y mis padres y tom comenzaron a hablar sobre el proyecto que tenían, planean ser los primeros en abrir un hotel en Dubai con todo lujo posible pero obviamente me aburrí de escuchar cosas que no me interesan y empecé a jugar con la cereza  de mi bebida, Tom se veía tan bien en ese traje que estaba para chuparse los dedos ya me imagino que cuerpo ha de tener sin tanta ropa, me perdí en mis pensamientos cuando escuché a alguien decir mi nombre y reaccioné, era mi padre.

-perdón ¿qué decías pa?- contesté.

-Juliet, quiero que lleves al señor Hiddleston a recorrer lo más importante de Nueva York- sonrío.

-me decía tu padre que conoces muy bien el lugar y necesito conocer esta ciudad ya que estaré bastante tiempo aquí- no apartó sus ojos de los míos ni un segundo.

-Por supuesto- dije feliz- mañana podemos empezar- sugerí.

-estupendo- dijo y tomó un trago de su copa.

-cuénteme señor Hiddleston ¿hay alguien en especial en su vida?- preguntó mi madre- ¿una mujer?-.

-Em...- Tom bajo la mirada y rió- No en realidad, hace ya 5 años estuve apunto de casarme pero las cosas no fueron bien con esa persona-.

-la mento escuchar eso, pero descuide un hombre como usted tan educado y elegante encontrará el amor-dijo segura- Juliet este es el perfil que quiero en mi yerno- dijo.

Juro que el corazón se me detuvo cuando mi madre dijo eso, Tom solo se burló.

-Pues- tenia que decir esto- no se si me case-.

-seguramente será con Nicholas- aseguró mi padre- Es hijo de los Leblanc- le dijo a Tom.

-papá- lo mire con desaprobación- no-

-No tiene nada de malo hija si el y tú se conocen de toda la vida, además son jóvenes y están saliendo...- lo interrumpí.

-el y yo terminamos- mi madre soltó el tenedor, tuve que decir eso para no decir lo otro- ¡nunca hubo nada entre nosotros y no lo habrá!- me levante y fui al baño.

A pesar de respetar a Nicholas me dolía el hecho de no haberme dado cuenta y peor aún que mis padres me lo recuerden.
Un par de lágrimas salieron de mis ojos, no se como iba a regresar a la mesa después de haber gritado, seguro mi padre estará furioso.
Después de unos minutos me arme de valor y salí.

-déjame adivinar- se acercó Tom que estaba recargado en la pared- es gay ¿verdad?-

-¿Como sabes?- pregunté limpiándome una lágrima de mi mejilla.

-es que no puedo creer que te haya dejado, simplemente eres hermosa- se acercó más todavía.

-de que sirve ser hermosa si no te aman- contesté y me crucé de brazos.

-Juliet, el amor es para niños- me tomo de la cintura para acercarme a él y comenzó a deslizar su mano hacia bajo hasta tocar mi nalga- si hay otras cosas
- sonrío.

- y ¿me las vas a enseñar?- mordí mi labio inferior, me excitaba en la forma en que me tocaba.

Estaba apunto de besarme pero se separó de mi dejándome con las ganas, lo haré pagar por eso.
Fui hacia la mesa y mi padre no se vía furioso pero tal vez en la limo me grite.
Después de lo qué pasó en la entrada del baño, la cena continuó algo normal ya ahora Tom tenia puesta su mano en mi muslo y sentí nervios de que lo fueran a notar, la cena acabo y mi padre comprendió mi reacción ante la situación con Nicholas así que no hubo regaño alguno y eso ya era una gran victoria porque no tenia ganas de pelear.

Me fui a la cama, aunque no podía dormir porque lo que había pasado en Socialista daba de vueltas en mi cabeza y no podía ver la hora para contarle a Alice.

My sweet sinDove le storie prendono vita. Scoprilo ora