ʟᴀs ᴘɪsᴀᴅᴀs ᴅᴇʟ ʟᴏʙᴏ |Jacob Black|

•CAPITULO 2•

Aaliyah.

Olores y "ellos"

Era el día del funeral.
La lluvia caía y el padre recitaba un verso en honor a Jules, mis padres se abrazaban con fuerza, mi mamá lloraba en su pecho y mi papá la sostenía por la cintura –como si fuera a caer y el tuviera que evitarlo– el también lloraba, solo que en silencio, tragándose las lágrimas por nosotras.

Mientras tanto, mi mente no dejaba de dar vueltas. Muchas preguntas azotaban mi mente, no me habían dejado tranquila desde que leí la carta el día anterior.

No me había dado cuenta cuando terminó el discurso, y mi madre pellizco mi brazo con suavidad llamando mi atención.

—¿Estás bien Aaliyah?—.

¿Estoy bien? ¿Estamos bien? Estamos en un funeral, en el funeral de mi hermana, ¿Cómo podía estar bien?

Lo pensé, pero no lo dije. No quería romper más su corazón, no ahora que casi no quedaba nada de él, solo pequeños trozos, y un viejo recuerdo de cuando estaba completo.

— Estoy bien— Menti. 

Ella no me creyó, lo ví en su mirada, pero también lo debió suponer, puesto que su pregunta no fue la más sensata.

Un chico alto se acercó a nosotras, de ojos marrones – casi marrones– y piel morena, y musculoso. Inmediatamente lo reconocí.

«La foto»

El era uno de los chicos que abrazaba a Jules.

— Lo lamentó... — dijo él. El tono de su voz, y sus ojos inundados en tristeza me hicieron saber que el y Jules eran cercanos. — soy Paul, amigo de su hija. — se presentó.

Mi madre con una sonrisa lo abrazó.

— también lo lamento cariño — su voz se quebró. Una débil sonrisa apareció en el rostro moreno del chico.

De pronto, a las espaldas de Paul, ví algunos chicos y una chica aproximarse –de piel rojiza, y ojos oscuros con cabello negro azabache–. Eran lo que vi en la foto. Solo que faltaba la chica de la cicatriz, y el moreno alto de cabello corto, que había llamado mi atención.
Fruncí el ceño al ver a los chicos sin camisa y en bermudas de jeans cortos hasta las rodillas, y a la chica de cabello corto con una musculosa negra pegada a su figura esbelta y unos shorts hasta el muslo. Eran alrededor de seis personas, parados del otro lado del cementerio, espectantes y con un aura misteriosa.

«Tienen una energía misteriosa, que te hace querer correr pero a la vez te invita a acercarte»

— Espero que pases por casa un día de estos Paul. — la voz de mi padre me distrajo.

— Por supuesto. Nos vemos señor y señora Cooper— me miró — y Aaliyah... Jules me ha hablado de tí. —

Sentí un escalofríos recorrerme de pies a cabeza. La profundidad de su mirada, como si me dijera algo pero a la vez me dejara con la intriga. El tono de su voz que pronunció mi nombre, tan misterioso e indescriptible.

Me quedé callada, y el se fue dándome una pequeña sonrisa. Mi madre me miró confundida,y por segunda vez me preguntó si estaba bien. Asentí y me aleje de ellos para ver la lápida con el nombre de Jules Cooper grabado en la piedra.

Nuevamente alze la mirada en busca de "ellos" pero ya no estaban. Todo giraba alrededor de algo que no llegaba a descubrir, que me aterraba y me hacia querer huir. Pero debía quedarme, porque por alguna razón, Jules estaba en medio de todo esto.

Un fuerte aroma cruzó por mi nariz, sentí como quemaba mis fosas nasales  y el aire que aspire se contaminaba de el causando que tosiera.

«Jamas había sentido un olor tan desagradable.¿Que era eso?» pensé.

—¿Sienten eso?— les pregunte a mis papás, al verlos llegar a mi lado.

—¿Sentir que?— dijo mi padre mirándome con curiosidad.

— ese horrible olor, siento que me quema por dentro. — me queje arrugando la nariz.

— yo no siento nada.

Mire con asombro a mi madre. ¿De verdad no lo sentía? Era tan fuerte como si se encontrara al lado mío, no sabía que era, ni de dónde provenía pero era asqueroso.

—¿Cómo...?.

El aroma cesó, y mi nariz dejo de picar. Luego de eso oí un aullido, y sentí algo dentro de mi removerse.

¿Que me está sucediendo? ¿Que sucede en este pueblo?.