11. El reloj.

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— ¿Y los sigues viendo? ¿A los fantasmas?—Preguntó Ryan mientras cenábamos aquel día.

Negué con la cabeza.

—No, pero, no puedo recordar lo que veía. Por más que quiera, o puedo. — Comí otro bocado.

—Eso no importa, me alegra que estés bien. — Molly afirmó.

Sonreí y seguimos la cena. Percival Pasó por mi después de dos horas. Me acompañaron a la puerta, Ryan me acarició la coronilla en despedida, abracé a Molly.

—Fue bueno verte Rosie, oh, quiero darte algo...—Corrió hacia dentro de la casa. Ryand fue con ella cuando le llamó. Me quedé a solas con Sam.

—Fue muy lindo de tu parte lo que hiciste aquel dia.— El se ruborizo un poco ante comentario.

—Oh, eso...También quería verte, bueno hablar contigo, es que veras...—Empezó a explicarme tartamudeando.—Ya te había visto en Londres antes, iba mucho a un café que está en el centro, creí verte algunas veces pero no sabía si eras tú, pero cuando te vi en aquella librería nueva lo pude confirmar. Por eso, me emocione mucho, siempre tuve la esperanza de volverte a ver, aunque mi tía sabia donde vivías nunca fuimos, porque ella quería que John pensara las cosas. Lo siento si te asusté esa vez—

—No, no, está bien, solo me sorprendí, perdón pero no me acordaba de nada, por alguna razón.—Fruncí el ceño.

—Oh, tal vez un bloqueo de recuerdo, es muy famoso con los padres de ahora, es para lidiar con los traumas más fácil.— Sam parecía pensativo, se acercó un poco más a mi. —¿Te cuento un secreto?— Asentí insegura. —Yo también tengo poderes.— Susurró cerca de mi oído. Me aparté y le observé, el asintió varias veces serio.

Cuando estuve a punto de preguntarle, volvió Molly y Ryan, me entregaron muchas películas en DVD.

—Tus favoritas. — Señaló la mujer. Un auto negro se aparcó en la entrada, me despedí y subí al auto. Percival me miraba con una sonrisa perspicaz. Simon estaba dormido extendido en el otro asiento.

—¿Te divertiste?— Cuestionó el pelirrojo.

—¿Sabes de los bloqueos de recuerdos?— Miraba hacia la ventana observando a las personas que me miraban irme en el coche. Percival solo me contesto que sí y guardó silencio. Allí confirmé que sabía que hace 10 años mi padre había bloqueado mis recuerdos de los Hooper.

Miré las películas que Molly me había dado, eran clásicos y una era la de ¨Sexto Sentido¨ observé el titulo unos momentos y lidié la cabeza.

Estaba en el sofá de la sala en el 221B cuando se me ocurrió preguntarle a mi padre sobre los Hooper. El leia algo en la laptop y el tio Sherlock miraba el tablero en la pared.

—Papá.— Lo llame y el me gruño en afirmación. Proseguí.—¿ Recuerdas a los Hooper?—

Mi padre levantó sus cejas, Sherlock ni se inmutó, apartó la vista de la laptop y me miró—No, ¿de dónde sacas eso?—

Tenía mi cuaderno de dibujo entre las manos, de entre sus hojas saqué la fotografía que había encontrado y se la enseñé a mi padre. —De aquí, ella es Molly Hooper, y hasta los 5 años ella me cuidó.— No supe en que momento levanté mi voz.

—Cuida tu tono Rosie.—Dijeron al unisono el rubio y el castaño.

—Necesito explicaciones.— Exigí. Miré retadora a mi padre, como si me saltara su pared de autoridad y me pusiera a su nivel.

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2020 ⏰

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El hilo rojo del Destino ( Johnlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora