PLOT TWIST • MYG + PJM (+18)

3

Nos encontrábamos al interior del apartamento, para ser más específicos al interior de nuestra habitación. Jimin se veía tenso y muy nervioso. Yo también lo estaba, no podía esperar a que Yoongi iniciara sus actos.

—Bien. En general no me gusta repetir mis preguntas, pero creo que esta vez es necesario— Yoongi se posicionó delante de Jimin. — ¿Estás completamente seguro de lo que estás haciendo?

Jimin asintió sin decir nada —Perfecto. Comencemos.

—¿Al menos puedo saber sus nombres?

—Suga, puedes llamarme Suga— ese es aquel apoyo que me hace llamarle cuando tenemos sexo duro. Jimin hizo amago de reírse, pero al ver la seria cara de Yoongi se contuvo­— Y no, no puedes saber su nombre— me señaló.

—Ven aquí cariño— Caminé hasta donde estaba mi novio y me quedé esperando el próximo movimiento. —Jimin siéntate en el final de la cama, por favor— éste último obedeció instantáneamente.

—Dime cariño, ¿qué te apetece ver en estos momentos?

Pensé un poco, quería subir un poco de temperatura el ambiente así que escaneé a ambas personas que se hallaban en la habitación además de mí. Miré a Jimin, quién observaba todos y cada uno de nuestros movimientos.

—Quiero que nuestro invitado se sienta cómodo, que acostumbre su vista a lo que vendrá después— noté como el rubio se removía ansioso en su asiento. —Quiero que me quite el vestido.

Yoongi le indicó con la cabeza que se acercara. Una vez en el lugar Jimin esperó la aprobación de Yoongi para comenzar a despojarme de mis ropas. Sus cálidas manos bajaron hasta mis muslos, donde se encontraba la parte inferior del vestido. Comenzó a jalar cuidadosamente hacia arriba, pasando por mi trasero, pechos hasta sacarlo completamente dejándome únicamente con la lencería negra que llevaba bajo este.

—Gracias Jimin, ¿podrías hacer lo mismo con Suga? — lo tomé por sorpresa, ya que se notó en su cara, pero accedió unos segundos después. Me aparté dando espacio a Jimin. Éste comenzó por la parte de arriba. Primeramente, arrancó el saco, luego desabotonaba la camisa dejándole la corbata aún en el cuello cosa que me pareció maravillosa. La manera en que Jimin desabotonaba la camisa era condenadamente lenta y deliciosa. Una vez que terminó de sacarla, bajó a los pantalones, deslizando el cinturón a través de los bucles, los desabotonó y bajó la cremallera.

Yoongi miraba sus movimientos atentamente. Luego de quedar en ropa interior avisé a Jimin que volviese a su lugar de antes. Una vez que el chico se sentó en la cama comencé a hacer mi trabajo.

Me acerqué a mi novio, besé levemente su pecho para subir hasta su cuello, allí succioné dejando una marca roja. Besé su boca de manera pausada pero intensa, mordí su labio inferior recibiendo a cambio un sonido casi inaudible que brotó desde su garganta. Volví a bajar a su torso, ésta vez fui un poco más abajo y ataqué la lechosa piel que cubría sus caderas. Chupé y mordisqueé el lugar haciendo que Yoongi llevase su cabeza hacia atrás.

Jugueteé con el elástico de su bóxer, tiré la cinta para luego soltarla y hacer que chocase con su sensible piel. Dio un respingo y sonrió.

—Recuéstate en el suelo— demandé y Yoongi lo hizo. Jimin se encontraba recostado en sus brazos que yacían detrás de su espalda y tenía los primeros tres botones de su camisa abiertos. Abrí mis muslos para dejar a Yoongi entre éstas. Comencé a besarlo y me senté en su regazo haciendo que nuestras intimidades entrasen en contacto. Me moví de adelante hacia atrás causando que el miembro de mi novio se endureciera. Pude ver como el rubio acariciaba su entrepierna suavemente. Su acción me motivó a moverme aún más rápido sobre Yoongi.

—Joder, cariño si sigues moviéndote a ese ritmo voy a acabar y estoy lejos de querer hacerlo— habló Yoongi con dificultad. Me levanté del suelo y Yoongi imitó mi acción. Fijé mi mirada en Jimin.

—Desvístelo— ordené con voz suave a mi novio.

Yoongi terminó de desabotonar la camisa de Jimin —Besa su cuello. Lámelo— me encontraba extasiada ante la imagen que tenía en frente.

Aparté a Yoongi para deshacerme de los pantalones del chico. Su delgado pero tonificado cuerpo me parecía una maravilla, sin duda era el dueño de los muslos más perfectos que he visto. No me contuve y mordí aquella carne bronceada, rellena y diferente a la de mi novio. Luego de tirar sus pantalones me posé sobre él con los muslos abiertos, pero sin sentarme sobre él del todo.

Yoongi nos observaba tenso —Bésalo cerca de los labios — obedecí a Yoongi, subí hasta la cara de Jimin. Tomé su mandíbula y me acerqué lentamente a la zona de su boca, le dí un beso en la comisura de ésta.

—Ahora, muerde el lóbulo de su oreja — cuando me acercaba a la parte señalada por mi novio, éste me propinó una cachetada en el trasero que me hizo gemir sobre Jimin. Éste último movió sus caderas contra mi sexo y gemí otra vez. —Ahora bésale los labios.

Pidió mi novio con voz ronca, besé al rubio sutilmente por un par de segundos hasta que abrió la boca para permitir el paso de mi lengua, mordisqueé su labio inferior y luego introduje mi lengua en su cavidad bucal otra vez haciendo que gimiese contra mis labios.

Miré hacia el costado y pude ver que Yoongi masajeaba su miembro con la palma de su mano. — Jimin — llamé al rubio, este tenía los ojos cerrados y su respiración se encontraba pesarosa. Me miró con atención —Ayuda a Suga con eso.

Sonreí maliciosa, Jimin se mostró algo indeciso pero optó por comenzar a tocar a Yoongi. Tomó su miembro y masajeó desde la base hasta la punta.

Jimin movió sus manos rapidamente sobre mi novio hasta que el pelinegro le tomó la muñeca y desde lo más profundo de su garganta brotó una risa.

—Agradecería si te movieras más despacio— las mejillas del rubio se volvieron de un color rojo intenso.

—Lo siento, es mi primera vez y cuando me lo hago a mi mismo me gusta duro— sonreí.

Subí hasta el oído de Jimin y susurré "Chupa", éste no dudo un segundo y se metió el miembro de mi novio a su boca. Infiernos.

Tiré de la corbata de Suga y le besé intensamente, el silencio de la habitación se veía interrumpido por constantes sonidos obscenos y mojados.

El aire estaba caldeado y todavía quedaba demasiada noche por delante y sin duda habíamos conseguido una perfecta pieza para el puzzle.