Manual de lo Prohibido | Kookmin

☪ 08

— Chiaro. Per me non c'è nessun problema — respondió él y luego sonrió.

— Gracias, Jungkook — dijo Taehyung y luego me miró.

— En mi idioma por favor — dije y los dos rieron.

— Que sí, que no hay problema — dijo mi amigo traduciendo las palabras del castaño.

Mire a Jungkook.

— ¿Seguro que no tienes cosas que hacer y te estoy quitando el tiempo sólo por mi capricho? Porque puedo esperar a que Taehyung tenga tiempo, no hay prisa, de verdad.

—No — me respondió.— Por mí esta bien, a menos que no quieras ir conmigo— rió.

— No, digo sí — sacudí la cabeza—. Quiero decir, gracias por llevarme.

— A Jungkook le gusta ese lugar, seguro que está más que encantado. Él te puede dar un Tour — bromeó Taehyung.

— Y para mí sería todo un placer — se rió el interpelado, y mostró todas las perlas blancas que formaban su sonrisa, en la que por un lacónico segundo, me perdí.

— Gracias — musité y me giré de nuevo a mirar la televisión.

Me había asustado un poco un inusual hecho, desvié completamente mi atención de mi mejor amigo y su novio a propósito, debido al pensamiento que la reacción que había producido y me puse a pensar en eso. ¿por qué encontraba a Jungkook muy atractivo? Sí, lo era, pero lo que realmente me preguntaba era ¿por qué todo en él causaba una sensación extraña en mí? Miré de reojo a la feliz pareja a mis espaldas, y pude ver la sonrisa de Jungkook volar hacía Taehyung. Entonces llegué a una conclusión fácil.

Estaba deslumbrado por él.

Por supuesto, era el joven más apuesto con el que me había topado en toda mi vida. Me reí discretamente, qué suerte la de Taehyung.

— ¿Te quedas a cenar? — preguntó él a Jungkook, luego de un rato— ¿Sabes? con Jimin se me ocurrió una idea hoy, ¿por qué no salimos un día los cuatro? Nosotros tres y Yoongi— explicó él sin esperar la respuesta de su novio a la primera pregunta.

— No, cielo, no puedo quedarme, hoy hay cena familiar — torció el gesto.— Y lo de la salida los cuatro suena estupendo, le comentaré a Yoongi hoy.

¿Debería preocuparme? Sabía que Taehyung ocultaba muy dentro de él la idea de emparejarme con alguien, pero al pensar en el hecho... ¿qué tan malo podría ser si se trataba del hermano de Jungkook? Seguro también era guapo.

Quería convencerme de eso.

— Hasta mañana, vendré a desearte buena suerte antes de que te vayas — dijo Jungkook a su novio y luego besó su frente.

— Gracias, amor.

— Jimin — me giré a mirar a Jungkook de nuevo al escuchar mi nombre—. Mañana tenemos muchas cosas por hacer, espero no te canses— sonrió.

De pronto sentí una emoción que no pude explicar, un ligero entusiasmo allí, cerca de donde se encontraba la fierecilla enjaulada.

— Hasta mañana — musité y le devolví la sonrisa.

Jungkook y Taehyung salieron hasta la puerta donde se tardaron más de cinco minutos en despedirse; traté de no pensar en ello, porque a fin de cuentas, su manera de decirse adiós era algo que a mí no mi incumbía.

Luego de que oí la puerta cerrarse, Taehyung se sentó a mi lado en el sofá y luego suspiró.

— ¿No es perfecto? — preguntó.

— ¿Qué cosa? — inquirí confundido.

— Mi novio — musitó con aire de orgullo.

Yo reí, pero no dije nada. Aún cundo Taehyung me lo había preguntado no podía decirle lo que pensaba, Sí, sí era perfecto, pero por alguna extraña razón, mi boca no podía soltar esas palabras enfrente de mi amigo.

— ¿A qué hora te irás mañana? — pregunté.

— A las seis.

— ¿De la tarde?

— De la mañana.

Abrí mis ojos como platos y lo miré.

— ¿Seis de la mañana? Y... ¿a qué hora vendrás?

— No lo sé — musitó y luego torció el gesto —. La Isla de Torcello está un poco lejos, quizá venga como a las cinco de la tarde.

— Pero si sólo te harán una entrevista, ¿por qué tardrás tanto?

— Porque si me aceptan, me quedaré para que me capaciten o lago así — se encogió de hombros.

— Voy a extrañarte — hice un puchero.

Él rió.

— Me extrañarás más si consigo el trabajo, porque saldré hasta las ocho de la noche — volvió a reír y esta vez yo me uní a su risa.

— Taehyung, estoy cansado, me acostaré ya — dije.

— ¿Tan pronto? Pero si son las ocho de la noche.

— Ocho y cuarenta — corregí— Y sí, estoy muy cansado y quiero dormir.

Bueno, de lo que había dicho, sólo la primera parte era cierta, pero la segunda había sido una mentira porque tenía miedo de volver a soñar la misma pesadilla de la noche anterior.

— Esta bien. Buenas noches.

— Buenas noches — me levanté del sofá y caminé hasta mi habitación.

— ¡Ah! Mañana te tienes que levantar temprano — me avisó—. Jungkook vendrá antes de que yo me vaya y luego te llevará al Puente de los suspiros.

Me detuve antes de entrar a la habitación.

— Genial — mascullé, y sonreí.

Me introduje a mi habitación y me arropé para dormir, luego me acosté en la suave cama y me cubrí con las sábanas. Me quedé mirando el techo en total oscuridad, y alcanzaba a percibir el sonido del televisor proveniente de la sala.

Sentí el entusiasmo crecer con cada minuto que pasaba, mañana iría al famoso Puente de los supiros, un lugar que he querido visitar desde que Taehyung se vino a vivir aquí; pero había otra razón para alimentar ese entusiasmo, y era que pasaría un buen rato con Jungkook. Pero aún no sabía por qué esa idea me entusiasmaba tanto.

Bye