Capítulo 21

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«Mortal»

«Miedo...

Que hace sentir al cuerpo en desamparo y pequeño.

En el mar de sus ojos, una pregunta que azotaba como un maremoto a la tierra de arena y fuego.

Y un grito desesperado de su boca que jamás surgió...»

Sus propios pasos, resonando a lo largo del amplio corredor, eran lo  único que se permitía escuchar. Era el crujir de sus zapatos chocando contra el suelo de mármol, el susurro del viento y de los árboles danzantes.

Trataba de ignorar el sonido de las doradas armaduras, pertenecientes a los guardias que le seguían a su nueva habitación, al igual que intentaba ignorar los gritos de desesperación que emitía su corazón.

La ingresaron a aquella alcoba y cerraron la puerta a sus espaldas. Podía asegurar que los guardias permanecerían a la entrada, al menos hasta que Loki ordenara lo contrario.

Estaba asustada.

Pensar en él entrando sin ningún tipo de impedimento en su habitación le produjo una interminable sensación de angustia y vulnerabilidad.

Vainui se quedó de pie, inerte, aún con el cuerpo temblando, junto a la puerta.

Se sentía perdida, como si flotase en un limbo.

De la peor manera posible, había descubierto que no era asgardiana.

Ese no era su mundo, no sabía cómo es que había llegado a Asgard y no entendía el porqué.

Demasiadas incógnitas le abrumaban.

En su mente, sólo escuchaba resonando en eco una palabra: Midgard.

Se frotó el rostro con ambas manos, intentando disipar sus tormentosos pensamientos e interminables preguntas, para luego percatarse nuevamente del sitio al cual la habían conducido.

El dormitorio era amplio, casi descomunal, estaba perfumado con una fina esencia a jazmín y se encontraba pulcramente ordenado hasta en el más mínimo detalle. Los muros, blancos como la luz de la luna, se encontraban decorados con diversas pinturas antiguas, una gran balcón brindaba una preciosa del infinito cielo que cubría al reino, el ropero–que aún permanecía vacío–estaba abierto de par en par. Había también una pequeña mesa redonda y una portentosa silla con tapicería de terciopelo que hacía juego con el cobertor de la cama.

Al mirar el fino lecho, la joven se sintió enferma.

Dadas las humillantes pruebas de virtud a las que fue sometida a manos de la mujer de cabello pelirrojo, Vainui no podía evitar pensar en las funestas intenciones de Loki.

Tenía miedo.

Sólo quería salir de ahí.

No deseaba aguardar a descubrir lo que el futuro le tenía deparado.

S I R E N A © [Loki Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora