Lazos de amor [Reescribiendo]

Capítulo 1

A través del cristal se pueden observar pequeñas gotas impactar sobre este causando un sonido continuo que me parece hipnotizante, como si me obligara a mantener mi vista fija hacia ese lugar mientras me muestra un paisaje simplemente magnífico.

La imagen se presencia distorsionada gracias a la velocidad en la que madre conduce hacia nuestro destino, uno que cambiara mi vida completamente pero no sé si este cambio sea bueno o malo.

Mis pensamientos me distraen lo suficiente para no darme cuenta de que llegamos a nuestro destino. Ante mí se asoma con eminencia mi nuevo hogar:

La casa es bonita y bastante grande a comparación de la otra; esta poseía un color blanco hueso impecable que contrastaba con todo lo que había a su alrededor que solo era puros árboles y una casa no tan próxima a la nuestra con el mismo color. De hecho, no había mucho que destacar de las además de su gran espaciado y su tan peculiar color.

—¿Serias tan amable de salir y ayudarme Max? —mi madre me mira casi suplicante para que le ayude con las cajas de la mudanza, al parecer están pesadas.

Decidí levantarme y ser productivo por primera vez en el día, me dirigí hacia mi madre y le quite varias cajas para así alivianar su carga, acto seguido ella me agradeció con la mirada mientras yo solo asentí con la cabeza y me marché a la entrada para poder depositarlas dentro de lo que sería nuestro nuevo hogar.

Un momento más tarde ya nos habíamos instalados casi completamente... y digo casi porque aún no he desempacado mis cosas en mi nueva habitación, y absolutamente eso era algo que no hare el día de hoy porque me sentía demasiado exhausto para continuar.

Después de tener una cena rápida con mi madre en la cual no pasamos muchas palabras y solo hablamos cuando fuese necesario; no fue para nada incomodo, creo que los dos estábamos demasiados cansados física y mentalmente para tener un tema en concreto que debatir con entusiasmo. Subí a mi habitación y me tomé el tiempo de poder admirarla un momento:

Era bastante espaciosa como todas las que había en la casa, a excepción de que esta estaba pintada de un azul marino que me hacía sentir en calma, después todo era un caos con las cajas y demás cosas de mis pertenencias regadas por todos lados.

Solté un suspiro de fastidio, me desagrada la idea del desorden, pero el cansancio puede más conmigo ahora, me dispuse a buscar un pijama entre el desastre de cajas cosa que se me dificulta bastante.

¡Dios, las mudanzas son sumamente estresante!

Seguido a una búsqueda que se me hizo eterna pude dar con un pijama que me ayudara a pasar la noche.

Mi cuarto ahora está el doble de desastroso, pero decidí ignorarlo y procedo a abrirme un espacio en mi cama para poder dormir cómodamente o si así se le podría decir a dormir junto a medio closet.

Cuando logré acomodarme escuche un estruendo como si algo se hubiera caído, me levanté a ver qué fue lo que provocó dicho sonido y me percato que es un marco de foto que se encuentra en el piso.

Con curiosidad lo tomé entre mis manos y lo que observo me hace realizar una mueca de disgusto:

En la foto me encontraba yo junto con mis amigos... o bueno, a los que solía llamar así. Me sorprende cómo en esa foto sonreía tan genuinamente, era como si en ese momento fuera feliz de verdad y tal vez en ese momento si lo era.

Los recuerdos...

El poder recordar me fastidiaba, el solo hecho de que en mis memorias permanecieran todos esos momentos que me taladran la cabeza con emociones que no puedo controlar me hace sentir fuera de control, y eso simplemente apesta.