Un viaje que cambia todo

Capitulo 29

La luz la cegaría en cualquier momento. Tenia miedo, miedo de morir, miedo de que algo le sucediera a su bebe, había esperado mucho para conocerlo y por fin se encontraba ella recostada en esa camilla de hospital ansiando ver el rostro de la personita que había aguardado en su vientre por nueve meses.

Solo podía ver enfermeras correr de un lado a otro, había escuchado por ordenes de Tsunade decirles que seria un parto delicado, también la había visto ahí entre ellas, su vista comenzó a nublarse un poco. Solo habían pasado unos treinta minutos de su llegada, se sentía nerviosa y sola sin mencionar que el dolor era insoportable, aferro sus manos a las barras de la camilla y las apretó con fuerza para disminuir el dolor pero no hacia mucho efecto, comenzaba a desesperarse.

Tsunade le había dicho que controlara su respiración y es lo que hacia "inhalar y exhalar", parecía sencillo pero el dolor no le permitía respirar con normalidad, apretaba sus ojos con fuerza y se mordía la lengua, al principio solo parecían calambres, ahora sentía mas dolor. No pudo evitar soltar un grito el cual llamo la atención de Shizune, ella le coloco un trozo de tela mojada con agua fría en la frente y acomodo unos instrumentos en la mesa.

 Ella había atendido uno que otro parto en mas de una ocasión, el rostro de las madres al recibir a sus bebes era algo que le hacia sentir felicidad, sus llantos de alegría al sostener un pedacito de ellas siempre había provocado un vuelco en su pecho. Ahora ella se encontraba ahí deseando conocer el rostro de su pedacito de ella y del chico azabache que le había robado el corazón.

Volvió a cerrar sus ojos con fuerza, veía puntos de colores verdes, morados y azules en lo que debería de ser obscuridad, apretó las sabanas de la camilla arrugando la tela de algodón y sintió que una mano fría y temblorosa tomaba la suya, abrió los ojos, su vista borrosa no ayudaba mucho pero lo puedo reconocer sin problema, aunque su rostro se mantenía sin expresión alguna, podía ver a través de esos ojos tan negros como la noche desesperación y preocupación, le regalo una sonrisa para tranquilizarlo y apretó su mano con fuerza, el la sostuvo firme dando su apoyo. El que estuviera con ella le tranquilizaba demasiado 

- Sakura ¿como te sientes?- pregunto Tsunade mientras se colocaba a un lado de ella, de no ser por que era su maestra y era quinta hokage le hubiera lanzado lo primero que hubiera visto

- ¡¿Es enserio!?- la sanin se encogió de hombros y sonrió de lado

- Llevas el proceso de dilatación muy lento- suspiro y miro el reloj de la pared- tres horas y llevas  apenas dos centimetros- Sakura abrió sus ojos sorprendida, quería que acabara pronto, no se sentía capaz de soportarlo 

Las horas pasaban y el dolor se intensificaba, miro el reloj pero lo veía demasiado lejos, sentía el sudor de su frente escurrir y perderse en la comisura de su cuello. La dilatación se había detenido en los cuatro centímetros, sus piernas estaban cansadas de estar en esa postura pero no podía hacer mucho.

-Dilatación acompañada de sangre en exceso Tsunade sama!!- grito una enfermera y se preocupo, Tsunade rápidamente se acerco, su cuerpo comenzó a temblar y el miedo se hizo presente nuevamente 

- Todo estará bien- escucho la voz grave de Sasuke, el miraba a Tsunade y después la miro a ella, Sakura negó con la cabeza y apretó su mano con fuerza cuando una contracción se hizo presente la cual duro unos noventa segundos

- Tengo miedo Sasuke kun- el suspiro y la miro tratando de tranquilizarla, el también estaba preocupado

- cinco centimetros de dilatación- el dolor se hizo mas fuerte, soltaba gritos e dolor a menudo y contenía la respiración, las enfermeras salían una tras otra y traían una que otra cosa, parecía que el tiempo pasaba demasiado lento, el electrocardiograma que marcaba su ritmo cardíaco se aceleraba conforme las contracciones se hacían presentes, miro en dirección a la ventana, el cielo estaba obscuro, ya había anochecido...no se había dado cuenta