Capitulo 10

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Habían decidido buscar en las tiendas más cercanas del hotel, donde según Caleb se habían registrado compras de parte de Dorotea Smith y eso para él estaba bien, entre más cerca de donde se hospedaban era mejor. Su vista, sin permiso, volvió a dirigirse al culo bien formado de ____; era obvio porque lo veía, ella tenía buen cuerpo porque había vivido en lo puro del mundo, lejos de la contaminación y con un entrenamiento diario visto solo como un juego o coqueteo.

Al escucharla gruñir alzo la vista, lo estaba viendo enojada y él sonrió, había sido descubierto viéndole el culo de nuevo. No era su culpa, no podía evitar echar una... o cinco miradas. Volvió su vista enfrente, encontrándose con la multitud que los pasaba de largo y quiso volver a La Reserva, al menos ahí tenia seguro que nadie lo golpearía por la espalda. El mundo de los humanos le causaba cierto pánico.

Una mirada a la izquierda y descubrió a un humano apreciando a la zorrita, a su zorrita, y eso le molesto. No pudo evitar gruñir, pasó un brazo por los hombros de ____ y la pego a su costado, disfrutando como el humano con rapidez apartaba la mirada y también como se sentía el cuerpo de ____ contra el suyo. El aroma intensificándose de una manera asfixiante, pero adorable, le llenaba la cabeza de imágenes tan tentadoras que si un santo las viera le daría un infarto.

— ¿Y a ti que demonios te ocurre? – le pregunto ____, intentado empujarlo, pero él no la soltó.

— Cálmate, - gruño, queriendo que un callejón estuviera cerca para poderla hacerla gritar. – sólo le he dado suficiente atención a tu culo, siguen las de acá enfrente. – ese comentario le hizo ganarse un golpe en el vientre, se rio y le beso la mejilla, ella lo volteo a ver sorprendida. – Eres tan violenta.

— No fue gracioso. – le recrimino ella, antes de sonreír radiante. – Deberás comprar ahora el desayuno por...

El jadeo de parte de ____ le hizo fruncir el ceño, no estaba seguro del porque hasta que olfateo. El aroma de durazno que ella desprendía era más dulce de lo usual, sin poder evitarlo bajo la cabeza y enterró su cara en la unión del cuello y el hombro de ____, respiro hondo y se embriago; no sólo por el bello aroma, si no por ese sonido de necesidad que ____ libero al sentirlo tan cerca.

Contrólate, control... sonrió contra la suave piel, él no se quería controlar. Lo que quería era hundir en el coño de ____, lamer cada parte de suave piel y escucharla gritar cuando la hiciese tocar el cielo; si, lo admitía, quería estar con ella. Se enderezo, buscando con la mirada algún lugar lo suficientemente privado para poderse bajar la tremenda erección y también satisfacer a la zorrita que se aferraba con fuerza a sus bíceps. Su vista se centró en una tienda de ropa, parecía lo suficientemente grande para tener vestidores; asir la mano de ____, guiándola con paso lento y calmado hasta la tienda.

Abrió la puerta para ella, con la cabeza gacha ____ paso a su lado y él la guio a los vestidores colocándole la mano en la espalda baja, todos los ahí presentes les volteaban a ver, pero él sólo los pasaba de largo. Fingió junto con ____ estar interesados en algunas prendas y cuando los dejaron de ver, él entro rápidamente al vestidor junto con ____, cerró la puerta tras de sí y apoyo a ____ en el espejo.

La respiración de la Voraz era agitada, la de él también y no pudo más, tenía que besarla. El beso comenzó de forma pasional y lujuriosa, ella gruño. Ese sonido no quería, definitivamente no lo quería. Convirtió el beso en algo suave, en algo delicioso y dulce, opresor. Poco a poco el cuerpo de ella se fue pegando al de él, abriéndole paso a la lengua y haciendo ese bello sonido que tanto lo ponía. Le recorrió el cuerpo con las manos, amaso aquel culo que lo había estado tentando por horas y sonrió cuando ____ jadeo contra sus labios.

Forest (Nuevas Especies #4) - Jason McCann (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora