Capítulo 18

7.3K 483 11
                                    

Mi nueva amiga Agustina salió del auto y me abrió la puerta, me extendió la mano y yo la agarré, él me jala y me ayuda a salir del auto. Me apoyo contra este para no caerme mientras que Mateo saca mis muletas y me las da.

- Nos vemos, Lena -

- Adiós... Agustina - Dije sonriendo divertida, él ríe un poco y rodea de nuevo el auto para subirse e irse, yo esperé un momento hasta que se fuera para luego caminar hasta mi casa.

Pero hubiera preferido no llegar.

- ¿Por qué llegas tarde? - Preguntó Josh cundo entré.

- No puedo caminar, recuérdalo - Dije obvia.

- Y tu recuerda que no puedes hablarme así ¿Quieres un adelanto de lo que podría pasar si sigues? - Dijo acercándose amenazante a mi, yo me tensé y comencé a temblar y él me sujeto de la cintura.

El miedo se apoderó de mi al sentí como empezaba a besar mi cuello, me sentí asqueada y con ganas de vomitar, lo intenté apartar mientras cerraba mis ojos con fuerza pero él continuaba.

- ¡Josh! ¡¿Puedes venir un momento?! - La voz de mi madre en la cocina hace que él se separe y gruña por lo bajo.

- ¡Voy querida! - Le responde - Nos vemos preciosa - Me guiña un ojo y se va, yo voy a mi habitación tan rápido como me era posible y cierro con llave.

Me quedé contra la puerta tratando de tranquilizar mi respiración y esperando a dejar de temblar y sentir el corazón acelerado por el miedo, cuando pude hacerlo suspiré profundamente y fui al baño.

Me duche para luego cambiarme y salir del baño. Me senté en la cama y miré por la puerta de cristal que va a mi balcón, el cual está cubierto por una cortina blanca.

Suspiré y cerré mis ojos y me acosté en la cama, pero no pasa mucho tiempo cuando escuché movimiento y luego unos golpes leves en la puerta del balcón. Miré hacia allí rápidamente y vi una silueta detrás de las cortinas.

Me asusté nuevamente, y volví a sentir mi corazón acelerado y casi caigo de la cama.

- Lena... - Escuché su voz profunda y yo suspiré aliviada de que no fuera un extraño ni Josh pero confundida y a la vez asustada por otro motivo.

Agarré mis muletas y me acerqué al balcón saliendo a este.

- ¡¿Qué haces aquí?! - Susurré - Acabas de dejarme ¿Por qué volviste? -

Él mete sus manos en los bolsillos de su pantalón y se acomoda en su lugar de pie.

- Quería saber si tu padrastro no te hizo nada... Y... también... - Dice apartando la mirada, yo lo miré esperando a que diga lo otro pero levanta la cabeza y resopla - No es nada... -

- Bueno pero... ¿Te das cuenta que si mi padrastro te ve te tira del balcón? -

- Es algo que no me importa ahora... - Respondió.

- Te importará cuando te enteres por doctores que no podrás seguir jugando fútbol por una lesión en alguna parte del cuerpo - Dije y suspiré - Mateo, mejor vete, no quiero que mi padrastro... -

- No pasará nada, Lena... tranquila - Dice acercándose a mi.

- ¿Cómo estás seguro? -

- Porque lo estoy ¿Puedes confiar en mi una vez? -

Me lo quedé viendo a los ojos bastante tiempo pero terminé bufando y asintiendo. Aparté la mirada pero luego sentí sus manos sobre mi, con una mano en mi barbilla me hizo voltear a verlo y con la otra me rozaba un brazo.

Su tacto era tan delicado que me hacía erizar la piel y pensaba que él pareciera creer que si me llegara a tocar más fuerte me rompería cual figura de porcelana.

- ¿No te hizo nada? - Pregunta.

Yo hice una mueca recordando lo de hace un momento y aparté la mirada de nuevo.

- Lena... - Murmura.

Cuando reafirma su agarre en mi, se queda quieto y se aparta un poco al notar que comenzaba a temblar, pero esa sorpresa solo duró segundos cuando me toma y abraza, yo dejé caer mis muletas en ese momento y me intenté esconder en su pecho.

- Tenía miedo... no quiero que pierda la paciencia... - Dije con la voz rota, él se aferra a mi y yo a él.

- Tranquila... no pasará, no lo permitiré, lo prometo... - Murmura en mi oído.

Ambos nos seguimos abrazando hasta que yo me había calmado, suspiré en el momento que me separé un poco pero Mateo no le suelta, nos miramos de frente, con los rostros cerca el uno del otro, su mirada era nuevamente seria pero cierra los ojos un momento y cuando los vuelve a abrir esboza una sonrisa que me hizo sentir que la respiración se me había cortado.

Apoyó una mano en mi mejilla y noté que ambos nos acercamos un poco más hasta que nuestras respiraciones se mezclaban.

- M..Mateo - Solté en un suspiro.

Él sonríe un poco más, su brazo en mi cintura me acerca y la mano en mi mejilla baja a mi cuello deslizándose.

Mi parte racional quería alejarse de Mateo, empujarlo y hacer que se fuera, pero... mi cuerpo parecía querer una cosa más distinta y no respondía.

Solté un jadeo leve cuando sentí nuestros labios rozarse.

- Lena, abre la puerta -

OPUESTOS ENAMORADOSWhere stories live. Discover now