No es la misma historia.

Testamento De Un Amor

Tiempo atrás, el amor significaba algo para la sociedad.
Era algo por lo que todos luchaban, buscaban Un amor de llamadas interminables, un amor personalizado con cuentos jamás contados o repetidos mil veces.

Antes, los hombres cortejaban a la dama compartiendo un café y charlando por un momento con la esperanza de en un futuro ese momento fuera una rutina bella de todas las mañanas, el hombre de ahora invita a la dama a tomar un trago hipnotizante para compartirlo por una noche e irse el siguiente día.

Habitualmente ese amor llegaba a los 17 o 18 años y aparece en escenarios como la escuela, el parque o incluso una biblioteca, en mi caso ese amor llegó a los 15 años y fue en el trabajo.

En mi trabajo yo era muy feliz, ya que era un ambiente cómodo y alegre, siempre me reía y no había preocupación de impresionar a alguien en especial, hasta que lo vi.
Tenía pinta de un chico rudo, y a mi parecer eso era lo más atractivo, lo más alucinante es que parecía no notarme y eso era inquietante.
Los días siguientes me arreglaba más de lo normal, y cuando pasaba por su local trataba de no verme tan idiota al quererme lucir, vaya fracaso.
Un día, una amiga nos dio un empujón
Pero todo fue tan rápido, el segundo día de salir ya eramos novios, me enamore y di mucho muy rápido y eso hizo que poco a poco todo se fuera al carajo.

Yo salí de trabajar, y me fui a estudiar a otro municipio, conocí más personas y mi agenda se volvió cada vez más ajustada. Mis tiempos eran contados y el no entendí eso de mi, quería que habláramos siempre que yo tuviera tiempo libre, sin importarle mi espacio y yo comencé a aburrirme.
Nos distanciamos más y dije cosas horribles.

Intentamos volver muchas veces pero ya era difícil. Con el tiempo las personas me hicieron entender cosas como que el se enamoro de mis "flores" en este caso las flores eran una metáfora de la gentileza y de la manera tan tierna y romántica de mi ser, y como todo fue muy rápido el olvido conocer "mis raíces" Olvido conocer mi pasado, mi carácter, mis temperamentos Y el creyó que fue engañado al andar conmigo, más sin embargo No hubo tiempo, el amor murió y en el testamento de este decía:

            
"queridos niños, el tiempo, la perseverancia y unos años para conocerse los hubiera ayudado a no dejarme morir, les hace falta conocer muchas cosas sobre el amor, el amor no se hace de la noche a la mañana, el amor no siempre es color de rosa. Les dejo de herencia el dolor, la distancia y el perdón, el dolor que están experimentando les servirá de lección, la distancia para sanar cualquier herida; el perdón al prójimo ya que el odio es un veneno que nosotros creamos para alguien más, pero nosotros mismos lo bebemos, no todo es malo, de herencia también les obsequio con el tiempo, la posibilidad de volver a creer, no tenemos las respuestas de todo lo que nos rodea, vivan y dejen vivir, y si consiguen a alguien, compartanle este testamento"

Esas fueron las últimas palabras de un amor, un amor de niños malcriados que no sabían a donde dirigirse, año después, quien diría que como el testamento decía, iba a encontrar a alguien más con quien compartirlo, y tal vez el hizo lo mismo.