Made in Heaven (JiHan)

Made in heaven

Había mucho ruido.

Era pleno lunes en la mañana, los autos transitaban a toda velocidad. Iniciaba una nueva semana. Las manos de Joshua se hacían puño, mientras que el mundo giraba a toda prisa a su alrededor, él estaba sumergido en su propio mundo. A pesar del tumulto a su alrededor, a pesar del ruido tan alto, es como si de pronto se hubiese quedado sordo. Como si a su alrededor nada existiera, su vista estaba fija al frente, listo para avanzar, tan solo tenía que avanzar.

Estaba listo.

Dos pasos, tres, de pronto sus ojos se cerraron.

Lo siguiente fue un tirón a su hombro.

—¿Qué rayos haces? El puente está allá a lado—. Le dijo aquella persona señalando precisamente un puente. De pronto Joshua fue consciente de todo el ruido a su alrededor, estaba tan solo a un paso de que un auto a toda velocidad lo arrollara. Fue como si hubiese despertado, y lo primero que vio al despertar fue unos lindos ojos con forma de avellana y con el mismo color. — ¿Estás bien? —. El shock lo dejó en silencio unos segundos, era como si de pronto no recordara ni su propio nombre. Ese extraño le hablaba a él y le preguntaba cómo estaba. Joshua al fin de unos segundos encogió sus hombros y una floja risa escapó de sus labios.

Mil respuestas vagas discurrían en su mente a tan ambigua pregunta.

—Supongo que sí... gracias por cierto, iba distraído—.

—Creo que me debes más que un gracias por salvarte la vida, ¿no crees? —.

—Supongo que sí, pero en este momento no llevo más que unas monedas en el bolsillo para subirme a un bus, así que, lamento decepcionarte—. Respondió Joshua con la indiferencia unida a su voz. Después de la impresión la tranquilidad, esa expresión fría volvía a manifestarse en su rostro.

—Era una broma, por supuesto, no te estoy cobrando nada... A propósito, soy JeongHan—.

—Joshua, un gusto y... Gracias otra vez—.

Después de intercambiar una sonrisa más, Joshua apartó la mirada de aquel chico de faz angelical. No entendía e inclusive le desconcertaba tanta amabilidad. Especialmente dirigida a un chico como él.

Mientras JeongHan llevaba un pulcro atuendo, Joshua llevaba unos jeans rotos y unos converses desgastados, la camisa de cuadritos ya no tenía algunos botones y la camisa de algodón que llevaba abajo ya estaba un poco descolorida. Llevaba una mochila y una guitarra en el hombro. JeongHan en su mente tomó nota de todos aquellos detalles, como también del bonito perfil que tenía el chico, su nariz curvada que terminaba en una pequeña bolita, sus ojos largos y pequeños, sus labios ligeramente alzados. Su rostro bañado en un suave naranja por los rayos de sol que acariciaban su piel...

Era bueno que Joshua estuviese completamente sumergido en su mundo, de otra manera, se asustaría al notar cómo JeongHan lo escudriñaba detenidamente.

Pronto estaban abordando el bus, JeongHan tomó asiento en uno de los lugares que eran para dos personas. Tal vez lo normal hubiese sido que Joshua tomara asiento junto a él, pero en lugar de ello se quedó recargado en un tubo y la guitarra que llevaba colgada en el hombro, ahora la atravesaba para poder tocar una melodía.

El bus no iba exageradamente lleno, pero sí lo suficiente para que muchas miradas se enfocaran en él. La melodía era particularmente agradable, demasiado como para no atraer curiosas miradas. De pronto una muy dulce voz acompañaba la melodía.

—Sunday morning rain is falling... Steal some covers, share some skin,
clouds are shrouding us in moments unforgettable you twist to fit the mold that I am in...