Es una promesa

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Harry corría por los pasillos de Hogwarts. Dumbledore acababa de anunciar que en poco menos de un mes empezaría el Torneo de los Tres Magos y que magos de otros dos colegios de Europa iban a alojarse en Hogwarts. Llegarían al final de la semana. Subió  las escaleras hasta lo alto de la Torre de Astronomía casi sin aire pero ya iba tarde y estaba deseando llegar.

Cuando llegó al último piso vio ahí sentado al motivo por el que corrió por medio Hogwarts. Se acercó al rubio que lo esperaba sentado leyendo un libro de pociones. 

- Pensé que ya no venías- dijo el rubio cuando Harry se sentó a su lado.

- Lo siento, estaban todos reunidos en la sala común hablando de lo del Torneo de los Tres Magos y no me dejaban irme. 

- No pasa nada. ¿Estás emocionado por lo del torneo?

- No especialmente.

- ¿El niño que vivió no quiere conocer a más magos dispuestos a dárselo todo en una bandeja de plata?

Harry casi se sonroja con esa sonrisa de medio lado que el rubio insistía en mandarle cada vez que intentaba molestarlo, lo que el rubio no sabía era que el moreno moría con esa sonrisa. En un movimiento rápido Harry se puso encima de las piernas del chico y acercó su boca a su oreja.

- Es que hay una problema con eso Draco, el único mago que quiero que me traiga cosas en bandejas de plata eres tú.

El rubio agarró a Harry por la cadera con fuerza y le acercó más a él.

- Los Malfoy no servimos a nadie. 

Rompieron el espacio entre sus bocas y comenzaron a besarse con hambre, con ganas de que nada los separe, con todo el tiempo que tienen que pasar separados y con todo el tiempo que tienen que esconderse. Se besaron húmedo y fuerte respirando entrecortadamente para evitar separarse. El moreno se apretó más contra su cuerpo y el rubio subió sus manos hasta dejarlas a ambos lados del cuello del contrario. Pasado el momento de emoción inicial se quedaron en esa posición y comenzaron a hablar de lo que les había pasado desde que no se veían. Fue inevitable que su conversación se dirigiera al Torneo de los Tres magos y las dos escuelas que iban a visitar Hogwarts. 

- Yo creo que va a ser emocionante, conocer a tanta gente de otros países. 

- No sé, personalmente a mí Dumstrang no me gusta demasiado. 

- Yo es que sinceramente me acabo de enterar de que había otras escuelas de magia.

- Harry, no pensarías en serio que solo había una escuela en todo el mundo. 

El rostro de Harry se puso completamente rojo- No, a ver, no es que pensara que solo había una... pero...

- ¿Pero? 

Draco levantó una ceja mientras sonreía al ver a Harry tan nervioso. 

- Si me miras así no puedo pensar en una escusa decente- exclamó Harry riéndose mientras tapaba la cara del rubio con la mano-. No es que pensara que no había más escuelas, es que simplemente no pensé en eso.

- Vale, totalmente comprensible. Tengo que llevarte de viaje en algún momento, no puede ser que sepas tan poco sobre la comunidad mágica internacional. 

- Bueno pues me voy a tomar esto como una promesa de que vamos a seguir juntos muchos años y vamos a pasarnos la jubilación viajando.

- Tampoco te motives- los dos se echaron a reír-. Pero sí, te voy a llevar de vacaciones, es una promesa. Mi padre quiso llevarme a Dumstrang cuando iba a empezar los estudios pero mi madre no quería que estuviera estudiando tan lejos. Allí estudian las artes oscuras de verdad, no solo defensa contra ellas, estudian las artes oscuras. Aprenden hacer las imperdonables en su cuarto año.

En cuarto añoМесто, где живут истории. Откройте их для себя