Capítulo 35

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A pesar de que reloj pasa de las doce los pasillos de la agencia siguen habitados. Mis compañeros, incluyendo a Gina se fueron hace media hora, al igual que la mayoría de los agentes.

Me mantengo sentada en el computador tratando de obtener archivos confidenciales de mi tío y mis padres, pero por alguna razón no puedo. Me levanto de la silla decidida a ir a la oficina de mi tío, si no puedo irrumpir en la información al menos haré que me responda las preguntas que tengo. Toco la puerta con suaves golpecito, una vez se escucha el pase entro.

Tío: ¡Maddie!, ¿Qué seguís haciendo aquí aun?.- parece sorprendido, y las tazas vacías de café que mantiene sobre su escritorio me indica que planea mantenerse despierto por algunas horas más.

Maddie: ¿Por qué no me dijiste que mi madre era agente de campo?, ¿o que tu inventaste una sustancia curativa?.- pregunto sin discreción alguna.

Tío: esa sustancia no era milagrosa, causo la muerto de personas.- sus palabras arrastran el remordimiento que lleva consigo.

Maddie: no estoy orgullosa de eso pero no lo sabias, estabas experimentando.

Tío: pero fui yo quien ordenó las pruebas en humanos, fui yo quien se apresuró, es mi culpa.

Maddie: ¿y por qué no seguiste investigando?, pudiste haber logrado algo positivo.- si algo hay que admitir es que nada sale bien a la primera, y la ciencia no garantiza siempre los resultados anhelados.

Tío: o pudo ser mucho peor; lamento si te oculte todo, tu madre un hubiese querido que lo supieras.

Maddie: ¿entonces por qué me convertiste en agente?.- no importa como hubiese descubierto el secreto, él nunca faltaría a una promesa por mas complicada que alguna situación estuviera.

Tío: Porque se lo prometí a tu padre, ambos me pusieron contra la espada y la pared, ambos te querían a salvo.- si ambos estuvieran aquí les reclamaría por todo después de deciles cuanto los extraño.

Maddie: como es que te convertiste en director si no fuiste agente de campo, ¿mi abuelo fue director?.- una pequeña carcajada se suelta de su boca tras oír mi pregunta.

Tío: el puesto no se hereda, se gana, tal vez no fui agente de campo pero siempre supe liderar un equipo, ¿te doy un consejo?.- asiento sin mencionar palabra alguna.- se estratega, planifica, has de una misión tu juego y vence a tus oponentes, si no logras deducir de nada servirá que seas una genia en ciencia o una máquina de artes marsiales, no te dispongas a trabajar para alguien, has que ellos trabajen para ti.

Maddie: mi mama solía decir algo similar.

Tío: tu madre fue una gran líder, ella merecía ser directora.- si ese hubiese sido el caso tal vez ella estuviese aquí.

Maddie: ¿Por qué no lo fue?

Tío: Por ti, cuando le ofrecieron el puesto tú ya habías nacido, duro un tiempo sin recibir misiones, tu padres fueron magnificas personas y unos grandiosos agentes.- el nudo en mi garganta empieza a formarse, de tan solo pensar en cómo hubiese sido mi familia me pone nostálgica.

Maddie: ¿Qué hay de Grayson?.- su nombre desvanece aquel deprimente sentimiento que apenas se apoderaba de mí, hay tantas cosas que quiero saber pero lamentablemente no se puede.

Tío: te amaba, amaba a tu madre y fue un gran amigo, me cuesta creer que este haciendo esto, pero hay que detenerlo.- puede que no lo recuerde mucho pero suena como alguien importante para la familia.

Maddie: ¿Qué piensas decirle cuando todo esto acabe?

Tío: no lo sé, pero no quedara libre.
Maddie: necesito todos los archivos de todo lo que sabemos hasta ahora, hasta del químico que inventaste.- mi tío baja la mira a la vez que deja salir el aire.

¡Así es! Soy espíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora