Capitulo III

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Todo el camino a mi casa estuve pensando en Alex, en sus expresiones, en lo asombrado que se veía cada que decía algo, en sus ojos ¡Dios! Sus ojos.

Al llegar a mi casa mi madre aún no había llegado, así que deje mi bolso en el perchero y me tire en el sofá, encendí el televisor puse un canal de música y me dedique a verlo sin prestarle tanta atención.

Escuche la puerta abrirse seguido de unos gritos- ¡Tía!

Mis pequeñas sobrinas entraron corriendo y aplastandome- Hola amores de mi vida ¿como están?

-Te traje unas niñas locas como regalo porque te despidieron- Mi hermano, mi cuñada y mi mamá entraron a la sala de estar- Mi mamá ya me contó

Kai, mi hermano mayor me sonrió con ternura y prosiguió- La tienda se ira a la ruina sin ti, así que no te preocupes.

Reí ante su comentario porque no mentía, yo hacía la mayor parte de las ventas y Madie la otra parte, sin nosotras la tienda esta perdida.

-Voy a preparar la comida- Mi mamá se fue directo a la cocina y yo me quedé platicando con mi hermano y mi cuñada

-No puedo creer que te hayan despedido A, que idiotas- Jamie mi cuñada cuando quería era la mejor, las demás veces no la soportaba mucho.

-Ya lo se, pero no creo que tarden mucho en volverme a llamar, Madie también renunció así que- Me encogi de hombros- No quiero sonar odiosa pero nos necesitan los perros.

-Yo digo que te consigas un trabajo en el mismo centro comercial, y pases por ahí diario y les hagas la Britney señal

Kai el elegante le dicen.

-Si, es más ve a la tienda que esta en frente la que es su competencia- Jamie miraba a sus hijas jugar mientas me decía su plan macabro.

-Con el dinero que me dieron por despedirme me alcanzara perfectamente para vivir unos meses, así que no tengo prisa

Ronnie mi sobrina mayor se acerco a mi- Tía ahora que ya no trabajas puedes venir a verme diario.

-¡Si!- Amara, la pequeña grito- Tu puedes ir mi casa

Tiene 2 años y aun le cuesta formular muy bien las oraciones, Ronnie tiene 5 y es una niña prodigio y no lo digo porque es mi sobrina sino porque es verdad, es demasiado lista, aunque ambas lo son.

-Tal vez no diario pero puedo ir a verlas más seguido.

Ambas gritaron de emoción y siguieron jugando a lo que sea que jugaban

-Ya está la comida, vamos a comer, vengan- Mi mamá grito desde el comedor.

Todos nos dirigimos ahí y sentí mi celular vibrar

Era un mensaje de Landon, dirán Agatha ¿Quién carajo es Landon? Bueno se podría decir que es mi amigo.

Somos pero no somos, ya saben sexo pero según somos "mejores amigos" verán yo soy buena actriz pero ¡Dios mio! Yo si tengo sentimientos por el, no solo siento "amistad" y se que esta mal porque pues somos amigos pero el es guapo, amigable, divertido y listo así que no lo puedo evitar.

*¿Nos veremos el miércoles? Madie me dijo que las despidieron vamos a festejar*

Reí el siempre quería festejar lo cual implica beber hasta tener un nivel peligroso de alcohol en la sangre, así que respondí 

*Claro el miércoles nos vemos*

Deje mi celular de lado y convivi con mi pequeña familia- ¿que harás mañana Agy?

Gruñi y mire mal a mi hermano odio que me llame Agy ni tampoco me gusta Aga, detesto esos sobrenombres me llamo Agatha, el sabe que el único diminutivo que me gusta es A.

-Saldré. No me gusta estar encerrada en casa, iré a dar una vuelta por ahi

No iba a decirles que me quede de ver con un chico que acabo de conocer hoy.

Después de pasar toda la tarde y parte de la noche jugando con mis sobrinas mi hermano y su familia se fueron mi mamá se fue a su habitación y yo me quedé ahí, viendo a la nada.

Y así estuve sin pensar solo viendo a la nada por mucho tiempo hasta que el sueño me gano y decidí irme a acostar.

Subí las escaleras y entre a mi habitación, me puse mi pijama y me senté en la cama de nuevo mire a la nada.

¡Ni se atrevan a juzgarme! Ustedes seguramente también se quedan viendo a la nada, no tengo pruebas pero tampoco dudas.

Me acosté y en poco me quedé dormida y entonces soñé, soñé con unos ojos tan azules como la obscuridad misma unos ojos que te obligan a perderte en ellos, adictivos e hipnotizantes.

También escuché una voz inconfundible, algo tan suave que me arrullo entre sueños no distinguí muy bien que decía pero logré descifrar mi nombre, y entonces su mano me acaricio la mejilla su frío tacto me dio escalofríos solo mire sus ojos, no me casaría de ver esos ojos.

Y con ese sueño dormí como nunca.

HIMWhere stories live. Discover now