Naruto El Demonio Que No Se Rindió

Capítulo 6: Nubes en el horizonte.

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Rossweisse bostezó mientras caminaba por los pasillos del tercer nivel del Almacén de 'Vivienda' hasta las escaleras y caminaba hacia el primer nivel hasta su cocina que le habían mostrado hace unos días. Parpadeando el sueño fuera de sus ojos, lentamente parecía ganar energía mientras tarareaba una suave melodía mientras hacía un poco de café. Primero haciendo las suyas, 2 tragos de café, un poco de leche y 1 azúcar, antes de hacer una pausa y mirar hacia atrás y adelante entre el armario que contenía las tazas y el café que ella había hecho. Sintiendo a Naruto dentro del almacén al lado, ella asintió para sí misma. Después de decidirse, se acercó y sacó una segunda taza, tratando de adivinar cómo le gustaría a Naruto su café y decidió simplemente tomarlo con 2 tragos de café y leche antes de tomar ambas tazas. soplando suavemente sobre ella y bebiéndola mientras usaba sus caderas en desarrollo para abrir la pequeña puerta en el costado del edificio, caminando hacia el Almacén de 'Investigación' y utilizando el sorprendente equilibrio y la flexibilidad alcanzados con su pie derecho mientras se recostaba y usaba su talón para empujar la manija de la puerta hacia abajo y empujó la puerta para abrirla con su pie. Se enderezó y sonrió con orgullo al darse cuenta de que no había derramado una gota del café de Naruto hasta el momento.

Al entrar en el edificio, rápidamente se dio cuenta de dónde estaba Naruto gracias al fuerte ruido de la soldadura y la luz que creaba. Atravesando las máquinas y los pernos perdidos, engranajes y otros artículos similares, rápidamente llegó al banco solo para mirar boquiabierta al ver no solo a Naruto sino también a Lucifer Sirzechs. Aunque no estaba sorprendida de que no pudiera sentir a Sirzechs, supuestamente los seres con suficiente poder ni siquiera se registraban en los sentidos de los seres inferiores. Incluso ahora, a pocos metros de él, ni siquiera podía sentirlo.

Rossweisse se sonrojó de vergüenza cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer frente a una figura tan poderosa e influyente, pero calmó sus nervios y caminó hacia los dos con una sonrisa amable. Suavemente colocó el café de Naruto en la mesa junto a él. Rossweisse sonrió amablemente al chico un tanto sorprendido y se sorprendió de la amable sonrisa que recibió a cambio, ambos extrañando la mirada algo celosa que les envió Sirzechs.

"Gracias Rossweisse" murmuró mientras se levantaba las gafas en la frente, sus orbes violetas miraban fijamente sus ojos azul verdoso.

Sonrojándose de vergüenza, rápidamente dio un paso atrás y se enderezó con una pequeña tos, ajena a la sonrisa que crecía lentamente en la cara de su hermano mayor.

"No sabía cómo tomaste tu café, así que lo adiviné, espero que no esté tan mal" Ella trató de decir profesionalmente, el nerviosismo se detectaba fácilmente en su tono.

Tomando un sorbo del café, su cara se arrugó un poco y abrió y cerró la boca varias veces mientras se frotaba la lengua con los dientes y colocaba la taza en el banco.

"Amargo" fue todo lo que dijo, una sensación de hundimiento que comenzó a tragarse a la pobre Valkyrie, que temía que ya hubiera hecho algo malo después de su cuarto día como su asistente "¿Podrías tomar 1 o 2 azúcares para mí?" Preguntó amablemente mientras la miraba. "Encuentro que el café normal es un poco amargo sin un poco de azúcar", explicó.

Rossweisse se animó de inmediato y asintió con la cabeza mientras prácticamente salía del almacén por la puerta por la que entraba, obviamente contenta de poder hacer su trabajo correctamente.

"¿Una valquiria? Oh, hohohoho ~ ¿Cómo te las arreglaste para encontrar una y por qué no la has agregado a tu pareja todavía?" Sirzechs preguntó con curiosidad con una sonrisa burlona.

El joven Diablo se congeló, su mente volvió al poder que Odin le había mostrado y las amenazas / advertencias. Su cuerpo se congeló cuando comenzó a sudar nervioso y rápidamente se quitó las gafas y continuó soldando, teniendo cuidado de que no cayeran chispas en el café.